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Los planes de retorno de jóvenes emigrantes empiezan a mejorar: 100 candidatos esperan una oferta en Lanbide

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Iker Rioja Andueza

El candidato con el código 671 es licenciado en Ciencias Ambientales, máster en Ecología Industrial, máster en Tecnología y Gestión Ambiental y doctorado internacional en Ciencia y Tecnología Ambiental. Se trata de un “investigador con dominio en el uso de herramientas de economía circular, producción limpia, eco-diseño, análisis de ciclo de vida y eco-innovación de modelos de negocio sostenibles” que acumula “un total de 12 publicaciones en revistas internacionales de alto impacto, incluyendo 11 participaciones en congresos internacionales” y que ha trabajado en Dinamarca o Polonia. Tiene idiomas y currículum, pero no oportunidades laborales en casa. Es uno de los alrededor de un centenar de perfiles visibles en la web del Servicio Vasco de Empleo (Lanbide) y que corresponden a jóvenes vascos menores de 35 años que tuvieron que emigrar con la crisis al resto de España o al extranjero y que ahora quieren regresar.

Según datos oficiales enviados al Parlamento por la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, en respuesta a una petición del representante de EH Bildu Josu Estarrona, los planes de retorno activados por la Administración hace algunos años parece que empiezan a funcionar algo mejor tras no haber tenido apenas incidencia hasta ahora. “En 2019 se han firmado 12 contratos”, indica Artolazabal sobre el balance de la primera mitad del ejercicio. Son ya más en unos pocos meses que los beneficiarios del programa en todo 2017 (solamente uno) y 2018 (seis). Se da la circunstancia de que el área de Desarrollo Económico que dirige Arantxa Tapia también tiene programas similares, los cuales tampoco arrancaron con éxito.

“Hasta la fecha se han concedido ayudas a la contratación por importe de 156.000 euros y ayudas a las personas jóvenes por desplazamiento de retorno a la comunidad autónoma de Euskadi por importe de 3.600 euros”, abunda la responsable de Empleo, si bien el dato queda todavía lejos de los casi 1,2 millones presupuestados para 2019, pensados para atender alrededor de 100 solicitudes. Artolazabal incide, eso sí, en que la no aprobación de los presupuestos de 2019 por falta de acuerdo político en la Cámara no ha entorpecido en ningún momento la continuidad de este plan, ya que fue activado con fondos suficientes en 2018.

Por su parte, el director de Lanbide, Borja Belandia, ha augurado en una entrevista en la Cadena Ser que los resultados serán mejores toda vez que se ha activado una potente campaña de comunicación del programa: “Tenemos que tener más éxito y creemos que podemos llegar a más personas”. Los anuncios están siendo dirigidos al público objetivo del programa a través de las redes sociales.

Los detalles del plan está explicado tanto para los jóvenes emigrantes como, sobre todo, para las empresas vascas, en la web de Lanbide. Allí, el centenar de currículos esperan una llamada de los empleadores. Todos ellos, incluido el 671, se pueden consultar aquí. Hay periodistas, ingenieros, profesionales de la salud o arquitectos. Viven en Barcelona, en Uruguay, en Italia o incluso acreditan larga experiencia en China.

¿Siguen trabajando los que retornaron con ayudas?

¿Qué jóvenes pueden aspirar a una contratación bonificada en Euskadi y a que la Administración costee parte de su viaje de vuelta? El plan está orientado a menores de 35 años nacidos en Euskadi -o que hayan estudiado aquí o residido en los dos años previos a la salida- que lleven al menos un año fuera. A cambio, las empresas adheridas al programa tendrán que celebrar un contrato de un mínimo de un año de duración. Si es indefinido, la bonificación sube. La ayuda puede alcanzar hasta los 12.000 euros anuales.

Preguntaba Estarrona en el Parlamento si los contratos firmados al calor de las ayudas públicas se han mantenido en el tiempo. La consejera Artolazabal asegura que los siete jóvenes retornados en 2017 y 2018 siguen trabajando. “La persona contratada en 2017, permaneció 445 días en la empresa, causó baja voluntaria y cinco días después causó alta en otra empresa. A fecha actual sigue contratada en la última. Y de las seis personas cuya contratación de retorno se subvencionó en 2018, cinco siguen contratadas en la misma empresa. La sexta causó baja voluntaria tras 254 días y el mismo día causó alta en otra”, explica el Gobierno. Según Artolazabal, “es necesario seguir ampliando la difusión y el conocimiento por parte de las empresas y mejorar las condiciones que ofrecen para el retorno de las personas jóvenes”.

4,34% de las ayudas de vivienda comprometidas

Por otro lado, el consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, ha informado también al Parlamento del balance de aplicación del plan Gaztelagun para el impulso del acceso a la vivienda de los jóvenes. El consejero indica que “de las 596 solicitudes presentadas entre enero y febrero se han aceptado 276” y que “entre marzo y abril se han recibido 237 solicitudes y se han concedido 60”. “En los primeros cuatro meses del programa se han abonado ayudas por una cantidad de 122.815 euros”, explica Arriola.

Gaztelagun es una nueva ayuda de hasta 250 euros para favorecer el alquiler de viviendas en solitario o en compañía para jóvenes de entre 23 y 35 años con ingresos no superiores a 15.000 euros brutos anuales y que lleven al menos un año de residencia efectiva en el País Vasco. La dotación económica inicial del programa es de 5 millones de euros y es finita, es decir, la ventanilla se cerrará hasta 2020 si la demanda agota ese presupuesto. Gaztelagun prevé un gasto total de 54 millones de euros durante toda la vigencia del programa: hasta 2021 se concederán prestaciones de tres años de duración, por lo que los últimos beneficiarios acabarán de cobrar las ayudas en 2024.

Inicialmente, el Gobierno se dijo “desbordado” por la cascada de peticiones e interesados, ya desde el mismo 1 de enero en que el programa entró en vigor. Sin embargo, ahora los números son más matizados (4,34% del presupuesto total comprometido). Según Arriola, “el compromiso económico para el ejercicio en vigor, 2019, es de 500.435 euros. Y el importe comprometido para las peticiones ya aceptadas durante la totalidad de los ejercicios, suponiendo que se abonaran los mismos importes de manera continuada durante 3 años (sin bajas ni modificaciones), es de 2.346.981 euros”.

Este lunes también se ha conocido que el programa de Gobierno pactado por PNV y PSE-EE en Vitoria no incluye la polémica propuesta de la candidata socialista y ahora teniente de alcalde, Maider Etxebarria, de construir 500 viviendas de 35 metros cuadrados para jóvenes sin tener en cuenta criterios de renta, al contrario que el conjunto de políticas llevadas a cabo en Euskadi en la materia.

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