Aunque sin haber alcanzado los máximos históricos en Extremadura, durante este verano hemos tenido que sufrir, soportar y padecer mucho calor, debido a que las temperaturas registradas han estado por encima de los valores normales. Igualmente, desde el inicio del año hidrológico, septiembre de 2014, se ha registrado una precipitación acumulada por debajo de la media. Debido a esta situación, la Agencia Estatal de Meteorología califica este año de seco o muy seco, en cuanto a las precipitaciones. Y muy cálido, o extremadamente cálido, en cuanto a las temperaturas, en la mayoría de las comarcas.
El primer efecto negativo provocado por esta situación climática adversa es la sequía. Contra ella tenemos muy pocas armas: investigación agraria para obtener resistencias a la falta de agua, seguros agrarios y apoyos administrativos. .
Como la primera opción siempre es de plazos largos (sin hablar de transgénicos) nos quedan las otras dos. Entre las cuales hay una diferencia fundamental: mientras con los seguros somos nosotros los que decidimos activarla; con la otra, hay que esperar a las decisiones administrativas.
Avales
Dentro del grupo de los apoyos administrativos, tenemos una normativa, recientemente publicada, dirigida a subvencionar avales de la sociedad anónima de caución agraria (SAECA) destinada a favorecer operaciones de crédito, mediante préstamos, para la financiación de explotaciones ganadera (incluidas las apícolas), y así intentar paliar algo los efectos negativos provocado por la sequía.
El apoyo se concreta en la financiación del importe de la comisión de gestión del aval, a la que habrá que sumar la comisión de estudio del aval para aquellos beneficiarios que hayan suscrito algún seguro de la línea de compensación de pastos, o la garantía adicional de pérdida de producción por sequia en el seguro de explotación de apicultura o el seguro de explotación de ganado reproductor y de recría, incluidos en los planes 2014 ó 2015.
Seguros
Las pérdidas de producción provocadas por la sequia están contempladas en las líneas de seguros agrarios tanto en los agrícolas como en los ganaderos. En el ámbito pecuario tenemos en plazo de contratación, el seguro de compensación por perdida de pastos, lo que lógicamente provoca un incremento de gastos en piensos para poder alimentar al ganado.
Esta línea tiene como singularidad, que mientras que las perdidas en cultivos se determinan por la diferencia entre la cantidad que se produce y lo habitual de la comarca, aquí es a través de un satélite, y la interpretación de los datos que recogen, como se determina la falta de pasto, y por tanto la necesidad de suplementar la alimentación de ganado bovino, ovino, caprino, lidia y equino en extensivo
Básicamente, se tiene determinado un índice de vegetación medio para cada comarca que se ha obtenido de una base de datos con información meteorológica, cuando hay falta de lluvia el índice se situará por debajo de esa referencia media. Ése parámetro se mide cada diez días y al final del periodo de garantías, se determina si hay, o no, derecho a indemnización, según las condiciones del contrato de seguro. Esto se realiza sin necesidad de hacer una declaración de siniestro, ni de tasación.
A parte de estas herramientas, siempre quedaría la opción de la plegaria, la oración y el rezo ante la divinidad oportuna; pero no parece que la Virgen de la cueva tenga una demostrada, y contrastada, eficacia en la tarea de atraer la lluvia.