La producción de cereal en Extremadura ha sido este año un 50 por ciento menor en relación a una campaña normal, debido a la escasez de lluvias y al calor de los meses primaverales. La campaña, que ha llegado a su fin en la comunidad autónoma, arroja también peores resultados en cuanto a la calidad del producto recogido, debido a las dificultades de la “granación”, como ha explicado a Efe el presidente de Coag Extremadura, Juan Moreno. Las elevadas temperaturas de los últimos 30 días, cuando se han producido escasas lluvias en jornadas esporádicas, han arrojado una producción incluso menor a las previstas en mayo, donde se hablaba de una campaña similar a la de 2014. Sin embargo, la producción de este año ha sido finalmente un 30 por ciento menor a la del pasado ejercicio. Además, no solo ha caído el número de producto recogido en la comunidad, sino también su calidad, peor a la del año pasado, donde no hubo grandes niveles de producción pero sí se obtuvo al menos un “buen” cereal. “Este año, en líneas generales, el cereal no ha granado en buenas condiciones y no tiene el peso necesario”, ha comentado. Además, la producción de este año no ha permitido “ni tan siquiera cubrir costes”, lo que deja al agricultor en una situación “difícil”, como ha explicado el responsable de la organización agraria. El principal problema de este cultivo es que lleva 4 años consecutivos con producciones inferiores a lo habitual, una situación que le lleva a una crisis importante, según expresa Juan Moreno. El cereal, uno de los cultivos que más depende de la climatología, ha sufrido así en los últimos años los avatares de primaveras “atípicas”, ya sea por “fuertes lluvias” o por “altas temperaturas y ausencia de precipitaciones”. Los datos de producción en Extremadura son similares este año a los registrados en otras comunidades autónomas, que sin embargo sí obtuvieron cifras “positivas” en 2014. Otro de los cultivos más afectados ha sido el girasol de secano, perjudicado de forma “importante” por el incremento de las temperaturas y la ausencia de lluvias, lo que llevará a “muy bajos” rendimientos este año. La sequía de este ejercicio ha podido frenar en parte la evolución de este cultivo en la comunidad, cada vez más elegido por los agricultores debido a la política actual de la UE, que “favorece” la diversificación de cultivos.
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