Las negociaciones para la firma del convenio del campo de Extremadura han quedado rotas este martes. No ha habido cambios de posturas sobre la aplicación del salario mínimo interprofesional, por lo que los sindicatos han anunciado la convocatoria de huelga entre el 21 y el 25 de mayo.
La reunión de este martes era la octava que llevaban a cabo ambas partes, ya sin la presencia de los mediadores de la administración autonómica, que sí había estado en la anterior.
UGT y CCOO han criticado en un comunicado que a la vista del resultado “se constata que en ningún momento ha habido por parte de los empresarios voluntad de alcanzar un acuerdo”.
El representante de UGT, Miguel Talavera, ha explicado a Efe que la patronal se ha mantenido en su decisión de aplicar el decreto del Salario Mínimo Interprofesional, pero a cambio de subir una hora y media la jornada laboral (de 6,5 a 8 horas). Ha recordado que los mediadores que estuvieron la anterior reunión les dieron la razón en que los 46,33 euros diarios son por las 6,5 horas y ha añadido que en el encuentro no se ha entrado a discutir otros asuntos porque no había avances en este.
“Es intolerable que se esté hurtando a los trabajadores el legítimo derecho a la actualización de los salarios, primero amparándose en la interpretación de la norma, desmontada por numerosos informes jurídicos, incluido uno de cátedra redactado por la Universidad Complutense de Madrid, incluso las partes acuerdan someterse a una Mediación por parte de la Junta de Extremadura, pero tampoco se acepta su dictamen que corroboraba las tesis sindicales”, añaden las organizaciones agrarias en un comunicado.
La postura de la patronal
Ángel García Blanco, de ASAJA, ha acusado a los representantes sindicales de haber llegado a la reunión con el firme propósito de convocar movilizaciones. A su juicio el próximo 21 de mayo “solo van a estar en huelga ellos porque el resto de trabajadores agrícolas, a los que ellos no representan, irán a trabajar”. Afirma que “tienen otros intereses ocultos por otro lado”.
García Blanco ha explicado que la patronal ha llevado a la reunión otras cuestiones como la regulación del sistema de registro de jornada laboral o la necesidad de que los ayuntamientos cesen, cuando haya campañas agrícolas, las labores vinculadas al antiguo AEPSA, aunque algún representante sindical ha señalado que para ellos es más importante estas peonadas que no el trabajo agrícola.
En cuanto a la repercusión que pueda tener la huelga, ha dicho que “armarán un poco de ruido en alguna campaña de la fruta” y ha advertido de que si tienen que traer mujeres marroquíes para recoger la cereza, qué repercusión va a tener“, se ha preguntado.
“Llamamiento a la responsabilidad”
En una nota APAG ASAJA, ASAJA, UPA-UCE y COAG han hecho llamamiento “a la responsabilidad” para llegar a un acuerdo positivo para todas las partes “sin líneas rojas”.
Recuerdan que han propuesto “dejar a un lado” la principal diferencia existente entre las partes, que es la negociación de las tablas salariales, para continuar negociando el resto de artículos del convenio.
Sin embargo, lamentan que los sindicatos hayan mostrado una actitud negativa, no aceptando ningún tipo de negociación siempre que no se procediera a la firma de las tablas salariales.
Respuesta sindical
A juicio de CCOO y UGT se ha puesto de manifiesto a la vista de los hechos que las Organizaciones Patronales Agrarias “tenían una doble estrategia: por un lado dilatar lo máximo posible el proceso negociador, pero con nula voluntad de alcanzar un acuerdo; y por otro lado, tratar de deteriorar las condiciones de trabajo del Convenio Colectivo”.
Sostienen que pretenden incrementar la jornada laboral, pasando de las actuales 1.768 h a 1.826 h, “lo que supone incrementar de 6,5 a 8 horas la jornada diaria y sumar una semana más de trabajo al año, a cambio de la aplicación del Salario Mínimo, lo que resulta totalmente inaceptable”.
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