La producción de uva será finalmente este año en Extremadura en torno a un 50 por ciento menor en relación a las cifras obtenidas durante el ejercicio pasado, debido principalmente a las situaciones meteorológicas adversas.
El presidente de Coag de Extremadura, Juan Moreno, ha explicado a Efe que el balance, cuando prácticamente ha finalizado la campaña 2017 de uva tinta, lleva además a hablar de una producción de un 20 por ciento menor a lo esperado a principios de la actual campaña.
La ausencia de precipitaciones ha convertido la cosecha en una “catástrofe”, con parcelas extremeñas que han sufrido en algunos casos hasta un 80 por ciento menos de producción.
Esta situación se produce en un momento en el que Extremadura aumenta su potencial de producción, que se ve lastrado de esta forma ante las condiciones meteorológicas que se han producido durante todo el ejercicio 2017.
Desde 1977
Según ha expresado, para muchos viticultores de la región no se vivía una situación tal en la campaña de la uva desde 1977, cuando una tremenda helada “arrasó” el campo extremeño.
Moreno ha explicado a su vez que el incremento medio en los precios en el cultivo ha sido del 28 por ciento en relación al año pasado, pero éste no compensa la bajada de producción experimentada este 2017.
Las organizaciones agrarias y los agricultores “no entienden”, según ha manifestado, como “no sube el precio de la uva a unos valores mucho mayores”, en un contexto mundial actual de descensos de producciones.
Ha lamentado las repercusiones que tienen la ausencia de lluvias y el incremento de las temperaturas medias en el campo extremeño, con un impacto “muy negativo” en la vid, el cereal, el olivar, la fruta, la ganadería o la apicultura, entre otros.
Ha criticado que las administraciones autonómica y nacional no actúan con medidas para paliar esta “grave situación” a causa de la sequía, que pasará a “catástrofe mayúscula” en 2018 si no llegan las lluvias durante el próximo otoño.