La organización APAG Extremadura ASAJA cree que la falta de lluvia y las temperaturas extremas van a ser determinantes para que la próxima campaña de la vendimia se vea disminuida, según las primeras estimaciones, hasta en un 30 % con respecto a los resultados del año pasado.
Esto conllevaría una producción por debajo de los 42 millones de kilos de uva que equivale a unos 3.000.000 de hectólitros, mientras que en la pasada campaña la producción se elevó a 4.015.000 hectólitros de vino y 250.000 de mosto, según detalla en una nota.
Las perspectivas son que el inicio de la campaña se adelante alrededor de dos semanas y se sitúe ya en los primeros días de agosto por el pronto inicio de la maduración debido al duro clima padecido, ha apuntado.
No obstante, ha precisado, el estado sanitario y la calidad de la uva serán “muy buenos”, entre otras razones, porque estas condiciones climatológicas propician que las enfermedades como el oídio o el mildiu no se desarrollen como otros años.
La campaña viene marcada además por la entrada en vigor de la nueva Ley de la Cadena Alimentaria que busca limitar los “abusos” que han llevado a los productores durante años a sentirse “desamparados” al entregar la recogida de la uva en las bodegas porque “no sabían de antemano a qué precio la iban a cobrar”.
Esta nueva legislación, ha explicado, exige la firma de contratos de compraventa en la que figuren las condiciones, los precios y se respeten además los plazos de pago a los proveedores, que tendrá un límite de pago de 30 días después de la transacción y no desde la emisión de la factura.
De esta manera, desde APAG Extremadura ASAJA estarán “muy atentos para comprobar si esta nueva normativa comienza a cumplirse y si es realmente efectiva”.
En cuanto al precio, ha indicado que aún es pronto para verificar cuánto se va a pagar aunque hay que tener en cuenta las dificultades que en los últimos tiempos está teniendo el vino blanco por los excedentes que se viene arrastrando desde campaña anteriores, debido a las excelentes temperaturas -muy suaves- del verano pasado.
De todas formas, y si se tiene en cuenta además que el mercado sigue “estancando” en cuanto a las ventas, se espera “unos precios más reducidos que el pasado año”.
Ha señalado que en la zona de Tierra de Barros ya ha comenzado la vendimia en algunas variedades blancas que no son autóctonas, como la Chardonnay o el Sauvignon.
Posteriormente, como es habitual, se abordará la variedad de uva tinta (en especial el Tempranillo, el de mayor producción en Tierra de Barros) y las de uvas blancas autóctonas, como Pardina o Cayetana.