La organización agraria UPA-UCE Extremadura ha solicitado a la Administración regional que convoque una mesa del sector de la uva para analizar y debatir el “sangrante problema” que sufren año tras año los productores, en medio de una campaña que está siendo “decepcionante en precios y producción”.
En un comunicado de prensa, la organización ha advertido de que no se trata de un hecho aislado, sino que esta situación se repite año tras año.
“Decepción” por el precio de la uva en la campaña actual: “3,5 pesetas/kilogramo de uva blanca y 4 pesetas/kg de uva tinta”, un bajo precio que es “especialmente chocante cuando, precisamente, ha bajado muchísimo la producción”.
Además, como se preveía, este año la producción es menor, en concreto según UPA-UCE la bajada de producción en Extremadura de uva blanca es de un 40 % y la de uva tinta es de un 50 %.
Estos malos datos son generalizados, ya que también se ha reducido en el resto de España, Francia e Italia.
No se cumple la ley de precios
La organización agraria ha lamentado que, además, “no se ha cumplido la Ley de la Cadena Alimentaria”.
Para UPA-UCE, la campaña ha sido “penosa desde el principio” pues la vendimia empezó “sin que se conocieran y formalizaran los contratos” pese a que son “siempre obligatorios antes de empezar aquellas operaciones de más de 2.500 euros”.
Hay por tanto preocupación por los viticultores debido a unos precios que “no cubren los costes de producción y no se compensa la merma de producción de esta campaña”.
Además hay inquietud por el estado de las plantaciones de viñedo si no llueve en los próximos meses, puesto que “las plantas han aguantado un año de tremenda sequía y no tienen reservas”.
La organización teme que la ausencia de precipitaciones afecte al viñedo de forma que no solo ponga en peligro la próxima cosecha, sino la supervivencia de las vides.
Ante esta “terrible situación”, UPA-UCE solicita a la Junta de Extremadura que convoque una reunión de todo el sector para analizar esta problemática “que viene repitiéndose año tras año”, así como “determinación” a la hora de tomar las medidas necesarias que aseguren la viabilidad de las explotaciones.