Los grupos de ayuda, una de las vías para combatir los pensamientos suicidas

La Concejalía de Asuntos Sociales de Cáceres ha organizado una jornada para informar sobre el suicidio, desentrañar la naturaleza de las conductas suicidas y desmontar estereotipos y falsedades, en las que también se ha puesto de manifiesto el beneficio de los grupos de ayuda para las personas con pensamientos suicidas.

La edil del área, María José Pulido, y expertos en prevención del suicidio del colectivo RedVive han participado en este foro, organizado con motivo de la celebración, cada 10 septiembre, del Día Internacional para la Prevención del Suicidio.

El objetivo, según la edil, ha sido doble, por un lado que los medios de comunicación conozcan las organizaciones y a expertos que forman parte de RedVive y que pueden ayudar como fuentes a la hora de informar sobre el suicidio, así como a desentrañar la naturaleza de las conductas suicidas y desmontar estereotipos y falsedades.

También se ha buscado proporcionar en determinados momentos contactos con supervivientes e información sobre los recursos con los que cuenta la ciudad y la Comunidad Autónoma.

En la jornada han participado Rosa Redondo, presidenta del Colegio Oficial de Psicólogos de Extremadura; Francisco Javier Rosado, del Equipo de Trastornos Graves de Conducta de la Consejería de Educación; Ignacio Torres, psiquiatra de la Subdirección de Salud Mental del SES; y Ana Belén Broncero, psicóloga del Centro de Rehabilitación Psicosocial Hermanas Hospitalarias.

Torres ha señalado que prevenir el suicidio es cuestión de ciencia, ya que “la ciencia ya ha demostrado que es posible prevenirlo si hacemos una serie de cuestiones no sólo en el ámbito sanitario”.

Ha resaltado “que el suicidio es multifactorial, y ese es el primero de los mitos que tenemos que desterrar, el suicidio no tiene una causa sino que es multifactorial”.

Por ello, ha explicado que se deba abordar desde diversos ámbitos como el social, educativo, sanitario, de la participación ciudadana y, por supuesto, desde el ámbito afectivo, “desde la cercanía con otras personas” posibilitando que tengan grupos de ayuda.

Otro mito, ha asegurado, es que “hablar del suicidio aumenta el riesgo de cometerlo” cuando “la realidad es que hablar abiertamente sobre suicidio puede ser una manera eficaz de evitarlo”.