Grietas en la solidaridad de Extremadura cuando más se necesita

Los recortes propuestos por la Junta de Extremadura en el ámbito de la cooperación internacional para el desarrollo contemplados en los próximos presupuestos generales para 2024 suscitan una preocupación significativa entre las organizaciones sociales. Estos recortes, ajustes desde nuestra perspectiva, representan un retroceso evidente en las políticas sociales que impactan directamente en el progreso y bienestar de nuestra región.

En nuestro día a día, en contacto directo con los países donde trabajamos, solo podemos ver que asistimos a una confluencia histórica de crisis humanitarias y que requieren una actuación inmediata; a nuestra cabeza solamente nos viene que en Gaza un niño muere cada 15 minutos, mientras este año nos acercamos a cifras de espanto en materia de personas desplazadas por guerras y desastres climáticos, nada más y nada menos que: más de 114 millones de personas.

La cooperación para el desarrollo es más que una asignación de recursos; es un compromiso ético, un vínculo de solidaridad y una responsabilidad compartida, que debería ser asumida por todas las opciones políticas extremeñas representadas en nuestra región. La propuesta de recortes en esta área es alarmante: se estima un 26,21% menos para la cooperación internacional en 2024, un desvío preocupante del compromiso del 0,7% acordado por todos los grupos políticos, incluido el Partido Popular, en abril pasado.

La disminución del 26% en la financiación destinada a la Cooperación Internacional para el Desarrollo representa una grieta en la promesa de un futuro solidario y próspero para Extremadura. Estos recortes revelan una realidad preocupante que podría marcar un punto de inflexión en la solidaridad extremeña nunca antes visto en los últimos 10 años.

Según el informe presentado por la Coordinadora Extremeña de ONGD, los recortes del 26% en la financiación destinada a la Cooperación Internacional para el Desarrollo representan una reducción significativa en comparación con años anteriores. Este recorte presentado como un “ajuste presupuestario” representa más que simples cifras; es un golpe directo a la solidaridad regional y global que ha sido una seña de identidad de la región cuando más se necesita.

En la pasada legislatura, la media de recursos destinados a Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) alcanzó un 0,18%. Sin embargo, el gobierno del Partido Popular inicia su legislatura con un recorte que apenas alcanza un 0,13%, la cooperación extremeña no podrá responder a los compromisos internacionales ni brindar respuesta humanitaria en Gaza y otras regiones del mundo donde está presente.

Estas estadísticas revelan un impacto directo en la capacidad de las ONGD extremeñas para operar a nivel internacional y son la representación tangible de un compromiso roto por el Partido Popular con la Ley de Cooperación y Solidaridad Internacional aprobada por mayoría absoluta en abril pasado.

Frente a esta realidad preocupante, la Coordinadora Extremeña de ONGD plantea una serie de demandas urgentes: revertir los recortes, crear una hoja de ruta que marque la senda del 0,7 definido en la ley de cooperación, fortalecer la transparencia y el apoyo a las ONGD extremeñas, mayor coordinación y un enfoque renovado en educación para el desarrollo y ciudadanía global.

La cooperación al desarrollo no es solo una responsabilidad ética, sino un compromiso con el futuro de sociedades más justas y equitativas. El llamado es claro: mantener el compromiso institucional y garantizar la continuidad de la solidaridad extremeña en un mundo convulso, blindando con ello las políticas de bienestar social en Extremadura.