Acorex vislumbra la salida del túnel tras el respaldo político y económico de Monago y Vara
´“Todo está arreglado”. Este el breve mensaje telefónico que un alto dirigente de la Junta enviaba en la tarde/noche del pasado lunes a un compañero. Traducido el mensaje viene a decir que Acorex empieza a ver luz al final del túnel, al menos a corto plazo.
Los dos grandes problemas de Acorex siguen sobre la mesa: falta dinero y no hay paz social, pero la dirección del grupo empieza a ver mucho más claro el camino tras el cerrado respaldo que recibieron de los grupos parlamentarios en la noche del pasado lunes, en especial lógicamente de los dos grupos mayoritarios y de los dos líderes que gobiernan y presumiblemente van a gobernar la región tras el 24 de mayo, Monago y Vara.
Ese acuerdo explicito de la clase política se ha producido tras unas semanas agitadas en las que los trabajadores comenzaron a ejercer presión empujados por la amenaza de un ERE y las cooperativas notaron que estaban tocando fondo porque ya no había proveedores ni cobraban sus productos del grupo.
En esa tesitura, y con la amenaza de una fuerte protesta en la calle con manifestación convocada para el próximo sábado, se produjo la reunión de la dirección de Acorex con los responsables políticos el pasado lunes.
Apoyo pleno
Formalmente, en esa reunión se explicitó el cerrado apoyo institucional a Acorex, aunque en la práctica los acuerdos se cocinaron a lo largo del fin de semana en sucesivas conversaciones telefónicas entre Alejandro Nogales, Fernández Vara y José Antonio Monago.
Básicamente, el principio de acuerdo que los dirigentes políticos han trasladado a Acorex pasa por una inyección económica directa, vía Avante, para solventar los pagos más urgentes, incluídas las indemnizaciones para un ERE que deberá ser reducido o limitado a bajas pactadas. La fórmula que baraja Avante para esa inyección económica es la compa de las instalaciones de Acorex por una cifra que podría rondar los 6, 5 millones de euros.
En segundo lugar, habrá apoyo institucional para que entidades bancarias refinancien la deuda a medio y largo plazo de Acorex; Caja Almendralejo está en primera línea para esa función.
Unidad y unidad
Incluso con el problema económico solucionado, Acorex no tendrá viabilidad si no recupera la paz social interna, si no vuelven las tres grandes cooperativas que se marcharon: Miajadas, Santa Amalia y Granja de Torrehermosa. Es una obviedad tan clara que si no se cumple esta premisa no hay ruta alternativa.
En esa línea, ha vuelto a instituir este miércoles la vicepresidenta de la Junta Cristina Teniente al condicionar gran parte de toda la operación económica a la unidad del grupo, por encima incluso de la financiación. “Solo la unidad es garantía de futuro… la financiación es solo un medio”, dice Teniente.
A lo largo de este martes, la dirección de Acorex se está reuniendo con cada una de esas agrupaciones de forma individualizada. El retorno ahora sí parece posible y muy cercano. Granja de Torrehermosa, está casi, casi.
La hoja de ruta pasa también por el retorno de Miajadas y Santa Amalia. Hay contactos de todo tipo. Si vuelven no será nada extraño que el actual presidente Manuel Ortega se mantuviera unos meses en el puesto y en breve tiempo diera pasa a una nueva presidencia.
Con este nuevo escenario, la dirección de Acorex ha aplazado la asamblea de socios que tenía prevista para hoy. Y queda en el aire la anunciada manifestación del próximo sábado.