La iglesia de la aldea medieval de Zamarrilla, junto a Cáceres, se hunde en mitad del olvido
Ha perdido su fachada que ha caído sobre su patio porticado. Otros hundimientos se habían producido con anterioridad en esta iglesia. Una de las joyas medievales de Extremadura se hunde, lastrada al silencia y la soledad.
Se trata de la iglesia de Nuestra Señora de la Esclarecida en la aldea medieval de Zamarrilla, junto a Cáceres. A pesar de los avisos de Hispania Nostra, que la había metido dentro de la lista roja del patrimonio, el monumento se ha venido abajo. Con anterioridad ya había sufrido otros hundimientos.
Según explica Hispania Nostra, asociación en defensa de patrimonio, Zamarrilla puede rastrearse documentalmente hasta el siglo XIV, aunque es posible que su antigüedad sea mayor.
A pesar de sus palacios y de la valiosa iglesia hoy hundida, se encuentra en el mayor de los abandonos. En noviembre de 2014, la aldea fue incluida en la Lista Roja del Patrimonio, avisando Hispania Nostra de que existía riesgo de hundimientos.
El colectivo advierte que la función más importante del Estado y de sus distintas instituciones con respecto al patrimonio histórico, no es inventariarlo y protegerlo legalmente, sino garantizar su conservación. (Art. 46 de la Constitución Española).
Ante sus advertencias, “las autoridades culturales hicieron caso omiso a pesar de la importancia de la aldea”. Es de propiedad privada, aunque Hispania Nostra aclara que eso no impide que los políticos responsables hubieran intervenido a tiempo con las facultades que le ley les confiere.
Para Carlos Morenés, vicepresidente de la Asociación Hispania Nostra, “es vergonzoso que ya en el siglo XXI sigamos perdiendo patrimonio y que los responsables políticos de la cultura hagan oídos sordos a los avisos y llamadas de la sociedad civil y de sus asociaciones”.
Una sociedad que según lamenta está más pendientes que las administraciones de salvaguardar el legado en piedra de nuestros antepasados. Para Morenés, nos encontramos ante “un lamentable caso más de la negligencia de las autoridades culturales competentes”.
