Un lince macho nacido en 2013 se ha vuelto a relacionar con tres de sus hijos
El ‘fototrampeo’ y la ‘fotoidentificación’ ha permitido al proyecto LIFE Iberlince constatar comportamientos y relaciones sociales y familiares entre los ejemplares reintroducidos en el Valle del Matachel, en la provincia de Badajoz.
Según han explicado los técnicos de Iberlince en un comunicado, durante los últimos 16 años se han monitorizado de manera sistemática las poblaciones de linces ibéricos, primero en Doñana y Sierra Morena, y en los últimos años también las poblaciones reintroducidas, gracias a los tres proyectos LIFE Naturaleza sucesivos.
Así, se han obtenido datos demográficos, de distribución, de uso del territorio, de dispersión, conectividad e incluso sanitarios.
Se han empleado dos métodos principales: fototrampeo (cada lince tiene un patrón de manchas exclusivo); y telemetría (con collares VHF y/o GPS).
El fototrampeo y la fotoidentificación han permitido obtener estimas de las poblaciones con errores inferiores al 5%, por lo que ha sido la herramienta más útil para el seguimiento general de los linces.
Por otra parte, la telemetría es muy importante para la determinación de las causas de mortalidad y los movimientos y dispersiones, han agregado los técnicos.
En este sentido, además del interés científico y de conservación, el fototrampeo a veces permite constatar comportamientos y relaciones sociales y familiares.
Relaciones
Así, el proyecto LIFE Iberlince ha podido detectar las interacciones de linces en el área de reintroducción en Extremadura, establecida en el Valle del Matachel.
Son el macho territorial “Kun” (nacido en 2013) y su hija “Nube” (2016).
También han encontrado al mismo macho con sus hijos “Ortega” y “Ozono” (ambos del 2017).
Los técnicos han subrayado que estas interacciones entre linces emparentados no son tan raras y sirven para desmentir “un poco” la fama de solitarios de los linces.
De esta forma, se ha podido constatar que a pesar de sus comportamientos solitarios, interaccionan con otros linces y poseen un complejo repertorio de comportamientos que va desvelando que son solitarios, “pero con vida social”.
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