Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Unas 1.500 personas pidieron que no cierre la central de Almaraz

Foto de otra concentración anterior, en Navalmoral

elDiarioex

0

Alrededor de 1.500 personas se concentraron ayer en Almaraz, en defensa de la continuidad de la central nuclear de la localidad y del futuro económico y laboral de esta zona norte de la comunidad autónoma de Extremadura.

La protesta por el posible cierre de la central nuclear (CNA) ha reunido a vecinos de distintas localidades de esta comarca, quienes consideran que poner fin a la actividad energética de la planta dejará sin empleo a centenares de personas y conllevará el cierre de muchas empresas auxiliares.

Alrededor de 800 personas trabajan en esta central nuclear, si bien de forma indirecta e inducida genera 2.900 puestos de trabajo, y contribuye al entorno con 45 millones de euros anuales.

La manifestación estaba convocada por la plataforma ciudadana VIDA, creada a finales del pasado año “en defensa del Campo Arañuelo y de la continuidad de la Central Nuclear de Almaraz”.

La protesta empezó a las puertas de la central nuclear y terminó junto al Ayuntamiento de Almaraz, donde un miembro de la plataforma leía un manifiesto.

En dicho escrito se decía que “lo que se está discutiendo en despachos de Madrid es el futuro de miles de extremeños que no quieren, una vez más, tener que abandonar su tierra, donde han nacido o donde los han acogido, estableciendo aquí su vida y formado sus familias”.

“No queremos que los vecinos de Campo Arañuelo tengan que alejarse de sus familias y sufrir una caída en picado de los servicios públicos existentes en la comarca, así como la depreciación del valor de la vivienda, producto de la despoblación que causaría el cese de actividad de la Central Nuclear de Almaraz”.

De igual forma, han puesto de manifiesto que, a día de hoy, no existe ningún dato que asegure la creación de un tejido industrial en la comarca “que pueda, no sólo suplir los puestos de trabajo que genera la central nuclear de Almaraz, sino hacerlo además, en un plazo inferior a 10 años, algo totalmente inviable en la situación actual”.

En este sentido, han defendido que la continuidad de las explotaciones de las centrales Nucleares “ha de decidirse exclusivamente por criterios técnicos y de seguridad, ya que han demostrado con creces ser energías limpias y muy rentables económicamente”.

“Es por eso que tanto Almaraz como el resto de centrales españolas son absolutamente viables, siendo el método de generación de energía más limpio de los que operan en España, con cero emisiones de CO2, evitando así el tan temido y dañino efecto invernadero”.

La alcaldesa de Almaraz, Sabina Hernández (PP), ha indicado que el objetivo es llegar a los diez años de ampliación “y por lo tanto hasta que se consiga seguiremos en la lucha por el empleo y el desarrollo de la localidad y de toda la comarca”.

De igual forma, el presidente del comité de empresa de la Central Nuclear de Almaraz, César Vizcaíno, ha insistido en que lo que quieren los trabajadores “es que las propietarias pidan de diez años y si piden menos será un fracaso absoluto para Almaraz, la comarca y toda Extremadura”.

“Si piden menos de diez años es algo que no entenderemos nunca”.

Primero, alternativas

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha afirmado esta mañana que “Almaraz no se puede cerrar hasta que no haya alternativas”, y que el plan nacional de energía y clima mandado por el Gobierno a Bruselas, que prevé el cierre a partir de 2017, “nos da un escenario de nueve o diez años más, ¿nos habría gustado los diez años?, sí, pero hay un compromiso para desnuclearizar España en 2035 y hay que ser consecuentes con el proceso de transición”.

“Pero hay que industrializar la zona, proyectos energéticos e industriales, España tiene este compromiso con con Extremadura y las comarcas donde ha habido centrales nucleares; hay que meter dinero, inversión, industria y nuevas fuentes energéticas”.

Etiquetas
stats