Los empresarios no quieren el cierre de Plasencia, igual que los jueces negaron el toque de queda
La Federación Empresarial de Plasencia (FEP) y sus asociaciones miembros han mostrado su oposición a la posibilidad de que se produzca un cierre perimetral en la capital del Jerte.
La patronal ha contestado así al anuncio del consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, sobre seguir utilizando los cierres perimetrales, y ampliarlos a las localidades de más de 15.000 habitantes previo estudio.
Si hace escasas semanas la propia Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura “manifestaba la ineficacia de esta medida, los empresarios placentinos no pueden comprender por qué ahora se plantea su adopción”.
Los empresarios han subrayado que las circunstancias “que hacían imposible su eficacia son las mismas ahora que entonces: la gran cantidad de entradas y salidas de la ciudad y la imposibilidad de ejercer controles con los efectivos policiales disponibles”.
La Federación placentina ha pedido a la Junta de Extremadura que “valore el daño que va a causar a los negocios de la ciudad por la aplicación de unas medidas de dudoso resultado y que la misma Junta ha considerado de poco impacto”.
Por su parte el alcalde de Plasencia (Cáceres), Fernando Pizarro, cree que un hipotético cierre perimetral de la capital del Jerte “sería cero efectivo” y provocaría una “situación difícil” en las empresas que ya sufren las restricciones derivadas de la alerta 3.
Pizarro, que repite los mismos argumentos que la Federación Empresarial, ha sido recientemente desmentido por el Tribunal Superior de Justicia en cuanto al nivel de vacunación en la ciudad; el alcalde se quejó de que que la gravedad de la situación en la ciudad se debía al bajo nivel de vacunación, según él inferior a la media regional.
Sin embargo el Tribunal Superior, en su auto de la semana pasada rechazando toques de queda, afirmaba que según el informe epidemiológico de la Junta, el nivel de vacunación en Plasencia es superior a la media extremeña.
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