Alegría en los pueblos que recuperan las urgencias: “Este servicio no había faltado en la vida, ni en el franquismo”
Han instalado una nueva placa, que sigue en blanco en la fachada de sus urgencias rurales. Esperan con ansias poder plasmar en ella la fecha de la reapertura de su Punto de Atención Continuada, que dejó de funcionar las 24 horas del día hace ahora tres años.
Madroñera fue uno de los 21 Puntos de Atención Continuada que echó el cierre con la tijera en sanidad bajo el gobierno de José Antonio Monago.
Desde que el nuevo presidente de la Junta anunciara que abrirá de nuevo las urgencias rurales, respiran tranquilos. Días atrás Vara ha dicho que dejará de pagar premios teatrales y conciertos 'millonarios' para prestar la asistencia sanitaria.
Los vecinos afectados tienen una mezcla de sentimientos enfrentados según reconocen: no esconden su enorme alegría, tras tres años luchando por su apertura. Por otro lado, algo de nerviosismo, porque quieren que abra cuando antes.
Las protestas consiguieron unir a los habitantes de Madroñera. Por el camino, crearon una plataforma que ha protagonizado toda serie de manifestaciones, concentraciones y protestas, en las que han transmitido a Monago con insistencia que la sanidad, “no se toca”. Desde amas de casa, hasta niños, han participado en una serie de vídeos que se pusieron de moda en la red, con temas como ‘Monago, córtate el dedo’, en alusión a unas declaraciones en las que el presidente extremeño llegó a decir que antes que hacer recortes se cortaba una falange.
“Han sido tres años de lucha muy duros. Nos hemos volcado todo el pueblo, toda la gente, de todas las ideologías. Se trataba de defender nuestros derechos”, señala Isabel Moza, de la plataforma en defensa de la reapertura del centro.
No obstante relata que también lo han pasado bien, porque han aprendido a unirse. De hecho piensa que si no hubiera sido por lucha insistente, “quizás este tema se hubiera quedado aparcado”.
“El cierre nos cogió por sorpresa y nos unió”
Felicidad también en Quintana de la Serena, donde llevaban más de 1.000 días sin médico durante las noches. Se trata de una localidad de 5.000 habitantes que acoge una industria peligrosa, dedicada a la extracción de granito al aire libre.
Los mineros trabajan con maquinaria de corte, y muchos de ellos sufren una enfermedad crónica, la silicosis, que les afecta especialmente por las noches.
Pero no solo eso, es un pueblo rural, con una población envejecida. Han llegado a darse casos en que los vecinos se vieron obligados a tirar de profesionales sanitarios que viven en la localidad, acudiendo a sus casas en busca de auxilio incluso en mitad de la madrugada.
Esta situación llevó casi de inmediato a los vecinos a unirse bajo Plataforma por Nuestros Derechos. Vitoriano Rodríguez, portavoz de la plataforma, reconoce que están ilusionados con la reapertura de las urgencias.
De hecho el cierre les cogió de sorpresa, y al igual que en Madroñera han protagonizado toda serie de manifestaciones, marchas y encierros en defensa de la sanidad. Toda clase de protestas que han dado sus frutos.
Reprocha que el PP no les hiciera caso. “E incluso nos quisieron desprestigiar, tanto al alcalde como a todas las personas que apoyaron la plataforma. No había intereses partidistas tan solo defendíamos la sanidad pública”. “Es un servicio que perdimos de la noche a la mañana y que no había faltado en la vida en el pueblo, ni en el Franquismo”, reprocha el miembro de la asociación.