CGT celebra un congreso extraordinario en Mérida para apoyar una huelga general el 8 de marzo
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha hecho un llamamiento a los hombres para que secunden la jornada de huelga del 8 de Marzo que, según reclama, debe ser de 24 horas y afectar no sólo al ámbito laboral, sino también del consumo, los cuidados y estudiantil.
Así lo ha manifestado la secretaría de Acción Social de la CGT, Rosa Becerro, con motivo del VII Congreso Extraordinario que la organización celebra este fin de semana en Mérida con la asistencia de más de 250 afiliados procedentes de diferentes puntos del país.
Debatir sobre la jornada de huelga del 8M, sus contenidos y desarrollo práctico, soportes propagandísticos, comités de huelga y trabajos previos de preparación son los cometidos de esta asamblea.
Una huelga general
En rueda de prensa Becerro ha manifestado la sintonía de la organización anarcosindicalista con los argumentos propuestos por el Movimiento Feminista sobre la necesidad de convocar una Huelga General el próximo 8 de marzo de 2019, Día Mundial de la Mujer Trabajadora.
La secretaria de Mujer de la CGT, Vanessa Casado, también presente en la comparecencia, ha señalado que este fin de semana decidirán en asamblea si se suman a este paro y lo ha hecho instando a los hombres “a secundar la huelga y ayudarnos para que esto sea un éxito”.
“Nuestros compañeros no son el enemigo, es el patriarcado”, ha subrayado Casado que, entre las demandas con motivo del 8 de Marzo, ha expuesto la retirada de las políticas que conllevan una discriminación en el acceso al empleo.
El techo de cristal
En atención a los datos del Instituto Nacional de Estadística ha señalado que menos del 10 por ciento de los embajadores son mujeres, así como menos del 14 % de los jueces y del 20% de los catedráticos, informa la Agencia Efe.
La lucha contra la alta tasa de temporalidad que sufren las trabajadoras, el acoso laboral y la brecha salarial, con su consiguiente desigualdad en las pensiones, son otros de los objetivos, ha añadido Becerro, que también ha exigido una política de conciliación de la vida familiar y laboral “real”.
A ello ha sumado la equiparación de las empleadas de hogar al Régimen General de la Seguridad Social, la consideración de las tareas de cuidados como trabajos con remuneración y la lucha contra la violencia de género con medidas de protección “efectiva” para las mujeres en situación de riesgo.