En los bares de hombres también caben las nuevas masculinidades comprometidas con la igualdad
Hay bares mixtos, de desayunos y comidas, en los que conviven hombres y mujeres. Pero a cierta hora se convierten en un lugar de hombres. Aquellas mujeres que osan tomarse un vermú solas pueden ser juzgadas. Son mal vistas. También están las tabernas en las que sólo entran ellos, pensadas para los hombres.
Una campaña centra su mirada en las tascas y bares del mundo rural, espacios culturalmente ‘masculinizados’, desde donde apuesta por promover la igualdad de género.
Es una iniciativa del colectivo CALA, con la financiación de la Diputación de Badajoz, incluida en la campaña ‘Cómo aprendemos a ser hombres’. Ya ocupa las paredes bares, pubs y restaurantes de la provincia con diferentes mensajes que animan a los ‘parroquianos’ a dejar a un lado las actitudes machistas. A revertir las desigualdades cotidianas que pasan desapercibidas.
Al igual que existen carteles que recuerdan que está prohibido fumar, animan a que se extiendan los mensajes por la igualdad. Algo que debería de ser habitual en los espacios públicos, y que sin embargo no lo es, apuntan desde CALA.
Con esta llamada de atención los locales también se declaran lugares libres de agresiones machistas. Espacios que no toleran las agresiones con un claro componente machista hacia las mujeres, explica Quercus Morales, del Colectivo CALA.
Los mensajes interpelan a los hombres y les animan a asumir su responsabilidad. Quieren remover conciencias con estas preguntas: ¿las mujeres, dónde están? ¿Qué está haciendo ahora que tú estás aquí? ¿Te cambiarías por ellas? ¿Quién está pendiente de dónde están tus hijos?
Se suman otras reflexiones dirigidas a locales de ocio nocturno, en los que recuerdan que ‘no es no’. Que “insistir es agredir”, y que “arrimar la cebolleta o tocar el culo es violencia sexual”.
En cuanto al consumo de bebidas, una pregunta retórica: ¿las mujeres, sólo pueden beber bebidas sin alcohol? Una reflexión que pone en evidencia la doble vara de medir que existe.
Nuevas masculinidades
Una de las frases de la campaña ahonda en las bases de la desigualdad: “Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”. Quiere que ellos entiendan que es un proceso que también les implica a ellos. Y que para lograr una sociedad igualitaria es necesario ‘de-construir’ los esquemas y los roles atribuidos a los hombres, a lo masculino.
“Nos educan en unos roles, tanto hombres como mujeres, y esos roles se convierten en estereotipos, actitudes y conductas. Requiere hacer un análisis profundo de género, para determinar cómo hemos construido nuestra masculinidad”.
Es un proceso en el que ellos asumen que, por el simple hecho de serlo, ostentan unos privilegios en este ‘patriarcado’. “Nos cuesta mucho reconocerlo, soltar ese poder. Pero somos los hombres los que ejercemos las violencias machistas, la violencia sexual... sólo hay que ver las estadísticas sobre quiénes violan o asesinan y quién ejerce la violencia...”.
Al mismo tiempo entiende que ellos son víctimas un sistema 'patriarcal'. Tienen que encajar de manera constante en ese molde que marcó qué es lo masculino. “Puede que sea algo que no nos deja vivir unas relaciones saludables. Nos incita a no expresar nuestras emociones, con lo que eso conlleva en la salud psicológica. A perpetuar unos roles en nuestras relaciones afectivas, con nuestras parejas”.
En este proceso se puede analizar por ejemplo cómo el hombre resuelve sus conflictos y cómo acude a la agresividad y la rabia, señala el representante de CALA. Son unas de las emociones que más se expresan, por encima de los roles asignados a lo femenino, como la vulnerabilidad o la debilidad.
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