Pasos de fauna ponen fin a la carretera EX-103 como un ‘punto negro’ para el lince ibérico
El proyecto LIFE Iberlince ha constatado que la adecuación de pasos de fauna en la carretera EX-103 de Badajoz, en el área de reintroducción del lince ibérico de Extremadura, se ha convertido en una solución efectiva para evitar atropellos del linces, la causa más importante de la mortalidad de esta especie.
El pasado año 2017 hubo 31 atropellos de linces (18 en Andalucía, 9 en Castilla-La Mancha, 3 en Extremadura y 1 en Portugal), lo que supuso el 53% de las muertes de los linces ese año. En total, en el periodo 2002-2017 (tres proyectos LIFE Naturaleza consecutivos) se han detectado 114 atropellos, que supone el 45% de la mortalidad del felino.
Según los técnicos de Iberlince, esta mortalidad se debería contextualizar con el incremento de las poblaciones (a más linces, más riesgo) y de la superficie ocupada: en 2002 la superficie con presencia de linces era de 125 km², mientras que en 2017 superaba los 1.500 km², lo que implica zonas de peor calidad y con más riesgos.
Puntos negros
Por otro lado, al analizar los datos se detectan evidentes “'puntos negros” donde es necesario actuar. En total hay seis tramos de carreteras que concentran el 68% de los atropellos (A-4 en Jaén y Ciudad Real; CM-410 en Toledo; N-420 en Córdoba, A-301 en Jaén y la EX-103 en Badajoz). “La noticia buena es que la concentración de atropellos en esos tramos permite priorizar las obras de prevención”, han añadido los técnicos.
La experiencia demuestra que las actuaciones preventivas (en los márgenes de las carreteras, vallados, limpieza de drenajes, obras transversales, etc.), funcionan, y no solo evitan atropellos de fauna, sino que contribuyen a una mayor seguridad vial.
Por ejemplo, en la carretera EX-103 de Badajoz, en el área de reintroducción de Extremadura, se adecuaron pasos para la fauna (embocando los pasos con mallas paralelas a la carretera) y algunos se han monitorizado con cámaras de fototrampeo del proyecto Iberlince. Así, se han detectado bastantes linces usándolos, como es el caso al joven “Nabil” (del 2016), hijo de la primera lince hembra reintroducida en Extremadura.
El resultado de la adecuación es que este lince campea por su territorio, y ha aprendido a usar los pasos de fauna habilitados. “Nos preocupan mucho los atropellos de linces, pero también nos animan estas historias positivas como las de Nabil y otros linces detectados en los pasos debajo de la carretera”, destacan desde el programa de reintroducción.
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