Piden al Ayuntamiento de Badajoz que explique los criterios en los derribos de viviendas en el Campillo
La Asociación de Afectados por la Rehabilitación de El Campillo de Badajoz ha pedido al Ayuntamiento que informe sobre los motivos y criterios tomados para el derribo de varias viviendas en el entorno en el último semestre, y por qué se ha optado por esta fórmula y no por la rehabilitación. El presidente de la asociación, Luis Domínguez, ha dicho que el último derribo se ha producido días atrás en la zona de las traseras de la calle Eugenio Hermoso, sin conocerse si había una alternativa distinta. Para Domínguez, el proyecto de rehabilitación de El Campillo, el más importante en entorno urbano de los que se realizará en Extremadura en los últimos años, no se puede hacer bajo el concepto de “derribar por derribar”. “¿Se realizan estudios para ver si la vivienda es irrecuperable o si con una reforma se hace menos daño que con el derribo?”, se ha preguntado el responsable de la Asociación de Afectados por la Rehabilitación de El Campillo. Como ha explicado, los colectivos en defensa de esta histórica zona pacense están “indignados” con los últimos derribos (al menos cuatro en el último semestre), pues se efectúan sin explicar si se han hecho a través de estudios de patrimonio o de proyectos de demolición. En su opinión, “nadie se opone al derribo si la vivienda no tiene solución”, pero sí a que se opte por esta solución frente a la reforma como alternativa válida. Según Luis Domínguez, “un plan de rehabilitación es precisamente eso, rehabilitar, y no tirar porque la vivienda ya es suya”. El presidente de la Asociación de Afectados por la Rehabilitación de El Campillo ha recordado que todos los colectivos están lógicamente a favor de un proyecto de rehabilitación en la zona, pero siempre bajo el respeto al patrimonio y a los vecinos. Para Luis Domínguez, esa solución es fácil, pues únicamente debe desarrollarse bajo las premisas del respeto a los principios de “legalidad” y de “sentido común” en pos de la recuperación del barrio. Domínguez ha alertado además de que la última vivienda derribada está a menos de 100 metros de la muralla, entorno en el que existen unas protecciones patrimoniales que deben ser tenidas en cuenta, según las leyes. “La asociación, como cualquier ciudadano, entiende que el proyecto de rehabilitación debe hacerse de forma seria, y por tanto, los derribos preocupan”, ha incidido.