Preparar la Nochebuena pidiendo alimentos en el centro de la ciudad
En el centro de Mérida, como quiso el Campamento, también el Ayuntamiento, y con la oposición de algunos vecinos, se ha hecho este viernes un reparto de alimentos entre familias necesitadas de la ciudad. La sede, de propiedad municipal y cedida a ese colectivo de activismo social, está ahí porque desde este último se quiso que la pobreza y la exclusión social no fueran alejadas al extrarradio, donde nadie pueda verla.
“La necesidad de Extremadura es muy grande”, explica Isabel Saturnino, una voluntaria, mientras ordena la fila y las prioridades, y procura que todo el que ha sido llamado se lleve una cesta de alimentos, proporcionada por los fondos económicos del Ayuntamiento de Mérida en colaboración con Liberbank y la Caixa, 3.050 euros.
“¿Pero hay gente que necesita para comer?”, es pregunta obligada. “Sí, hay mucha gente que no cobra renta básica, ni subsidio, ni tiene trabajo, y la necesidad es muy extrema. Si la gente tuviera la nevera llena no iría a Cáritas y a otros sitios a coger alimentos”, responde ella.
Con ese dinero ha habido para entregar alimentos a unas 120 familias de las 500 que tiene el Campamento Dignidad en lista. “Hemos tenido que hacer un poquito de selección para dárselo a los más necesitados, primero según la escasez de ingresos y luego por el número de personas en la familia”. Los 3.050 euros “se nos han quedado muy cortos”.
Entre los voluntarios colaborando en la distribución, Daniel Hierro, diputado autonómico de Podemos.