Un proyecto hispano-luso frena el avance del camalote del Guadiana a Portugal

Un proyecto impulsado por instituciones de España y Portugal ha logrado frenar el avance del camalote (Eichhornia crassipes) desde Extremadura hacia el embalse luso de Alqueva a través del Guadiana y reducir la presencia de esta planta exótica invasora en ocho subtramos del río.

Con un presupuesto cercano a los 5,5 millones de euros, cofinanciados con fondos europeos, el proyecto Interreg ACECA (Actuaciones para el control y eliminación del camalote en el tramo trasfronterizo del río Guadiana) trabaja desde el año 2018 en la prevención, control y erradicación del camalote, así como en la sensibilización de sectores clave y de la población en general.

En una publicación en la revista científica Quercus, Javier Pérez Gordillo, técnico de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, explica que este proyecto, en el que participa el gobierno extremeño, la Confederación Hidrográfica del Guadiana, la Agencia Portuguesa do Ambiente y la empresa lusa EDIA, ha logrado disminuir el nivel de alerta en el río.

División del río en cinco tramos

Para ello, se acometió en una primera etapa la división de la zona afectada en cinco tramos y 20 subtramos transfronterizos en función del grado de afección para focalizar mejor las actuaciones y se prospectó el río para localizar las grandes masas de camalote, sobre las que se actuó con barreras flotantes, fijas y naturales y la extracción directa manual y mecánica.

Superada esta primera fase, se estableció una red de alerta temprana hispano-lusa para actuar sobre pequeñas manchas flotantes de camalote en el propio río y en zonas que le sirven de reservorio, como charcas o graveras abandonadas, para impedir su desarrollo.

A falta de un año para que finalice el proyecto, se ha conseguido rebajar el nivel de alerta para el río desde un nivel 4 -con riesgo inminente de entrada de camalote en el embalse de Alqueva- a un nivel 2, en el cual existe algún subtramo con grandes manchas de esta especie invasora, pero sin riesgo de pasar a Portugal.

15 años de lucha

Pérez Gordillo recuerda que España y Portugal llevan más de 15 años luchando contra la expansión de esta planta acuática, originaria de las cuencas del Amazonas y el Orinoco pero que fuera de su hábitat natural invade con facilidad cauces enteros de ríos, con especial afección a ambos lados de la frontera hispano-lusa.

Desde su aparición hace 16 años en el río Guadiana, se han sucedido episodios de invasión de distinta envergadura y ha sido imposible su erradicación, señala el experto, quien incide en que su avance ha dejado “irreversibles daños ambientales y en la agricultura de regadío de la provincia de Badajoz”.

Los intentos de control de esta invasión biológica mediante métodos mecánicos y manuales supusieron una inversión cercana a los 48 millones de euros, sufragados por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que permitió la retirada de casi 1,4 millones de toneladas de planta, pero “sólo lograron minimizar su impacto y ralentizar su avance”, subraya Pérez Gordillo.

Especie invasora

El biólogo recuerda que el camalote forma parte de la lista de las cien especies alóctonas más invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y en el Listado de Exóticas Preocupantes para la Unión Europea.

Y asegura que el hábitat del Guadiana, muy intervenido por el hombre, favorece su expansión, ya que las sucesivas presas impiden el curso natural del río y le convierten en “un gran estanque”, a lo que se suman las altas temperaturas de los meses de verano y el gran aporte de nutrientes provenientes de la agricultura.