Rebajan la pena de prisión al hombre acusado de grabar a sus compañeras en unos aseos en Olivenza
El hombre acusado de grabar a sus compañeras con una cámara oculta en los aseos del centro de trabajo Aprosuba 14, de Olivenza, cumplirá finalmente un año y medio de prisión, a pesar de haber sido condenado inicialmente a tres años de cárcel.
Esto se produce tras estimar parcialmente la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Badajoz un recurso del acusado, al que se ha adherido la Fiscalía y que estima como muy cualificada la circunstancia atenuante de confesión, mientras deja sin efecto la agravante de abuso de confianza en dos de los delitos.
El Juzgado de lo Penal 2 de Badajoz impuso la pena de un año de prisión por cada uno de los 23 delitos cometidos por el procesado contra la intimidad, quien presentó un recurso al que se adhirió la Fiscalía.
La Sala, que estimó parcialmente dicho recurso, considera muy cualificada la circunstancia atenuante de confesión y también deja sin efecto la circunstancia agravante de abuso de confianza.
Por estos dos motivos fundamentados, la Audiencia de Badajoz falla en rebajar la pena de un año a seis meses de prisión por cada uno de los delitos cometidos. A ello se suma el hecho de que el Código Penal, cuando hay una suma de delitos, establece que se cumpla el triple de la pena más grave.
Tras aceptar el recurso, la pena más alta son seis meses, por lo que el acusado cumplirá un año y medio de prisión, aunque la condena se mantiene. El acusado grabó a las afectadas, algunas de ellas familiares, sin ninguna autorización ni conocimiento por parte de éstas, durante años, entre diciembre de 2008 y diciembre de 2013, cuando fue descubierto.
Tras conocer la resolución de la Audiencia, las trabajadoras afectadas por las grabaciones han emitido un comunicado en el que, si bien acatan la sentencia, expresan su disconformidad con la misma. “Ha sido un jarro de agua fría para nosotras” en cuanto al hecho de que finalmente el procesado sólo cumplirá un años y seis meses de cárcel.
“Queremos mostrar nuestra indignación como mujeres, trabajadoras, madres y víctimas, ya que nos sentimos desprotegidas”, han añadido en el comunicado, en el que afirman que, “desde hace cinco años, ha habido un antes y un después en nuestras vidas”. “Nuestra intimidad -han expuesto- fue violada en aquellas múltiples grabaciones que se realizaron durante años y hemos pasado por una situación psicológica y personal muy desagradable”.
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