La recuperación del lince ibérico, orgullo nacional
El futuro inmediato de la especie pasa por consolidar las poblaciones de Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha y, sobre todo, conectarlas de manera natural para facilitar el intercambio genético.
La rebaja del grado de amenaza para el lince ibérico (Lynx pardinus) decidida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) “debe interpretarse ante todo como motivo de orgullo”.
Así lo ha apuntado Miguel Ángel Simón, director del proyecto europeo Life+ Iberlince, que tras 15 años de trabajo recoge unos frutos “impensables cuando arrancamos con la idea de que la especie se extinguía y que sólo podríamos tener una reserva en cautividad”.
“La sorpresa fue cuando año tras año la especie daba signos de recuperación en el campo”, recuerda Simón, por lo que Iberlince se centró en la reintroducción en el medio natural de los ejemplares nacidos en cautividad, informa Efe.
En 2010 se realizó la primera suelta en la provincia de Córdoba y un año después en Jaén, ambas con éxito de adaptación y con las que se logró el ambicioso objetivo de conectar poblaciones. “Si hay intercambio de ejemplares hay presencia estable de lince”, ha remarcado Simón, quien ha mostrado su “orgullo” por la acreditada recuperación de la especie, que ha pasado de estar “en peligro crítico” de extinción a “en peligro”.
“Si me dicen en 2002 -cuando arrancó el proyecto- que lo iban a rebajar de categoría, habría dicho que estaban locos”, ha insistido el director, quien ha recordado que entonces quedaban 94 linces ibéricos en el mundo, distribuidos en dos únicas poblaciones.
También para Ramón Pérez de Ayala, coordinador de Iberlince de WWF, entidad socia del proyecto, la rebaja del grado de amenaza es el reconocimiento a un trabajo bien hecho, “ni nosotros mismos esperábamos conseguir ese objetivo tan rápido”.
No obstante la especie “aún está en peligro -ha señalado- y queda mucho por hacer para que deje de estarlo”, lo que obliga a no rebajar la inversión.
En este sentido Miguel Ángel Simón ha recordado que el lince cuenta como aliada con la Junta de Andalucía, así como con el programa Life de la Unión Europea, para el que la especie sigue siendo “prioritaria”. Para el director de Iberlince, cuyos trabajos finalizan en diciembre de 2017, el futuro inmediato pasa por consolidar las poblaciones de Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha y, sobre todo, conectarlas de manera natural para facilitar el intercambio genético.
En cuanto a los datos de reproducción, este año “se han superado todas las expectativas”, según Ramón Pérez de Ayala, con cachorros en las cuatro nuevas zonas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal donde se efectuaron sueltas.