El turismo rural extremeño pierde un 95% de su actividad durante 2020
El turismo rural extremeño perdió un 95 por ciento de su actividad habitual durante 2020, como consecuencia de la pandemia y de las restricciones, lo que le llevó a muy bajos niveles de ocupación. La presidenta de la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur), Victoria Bazaga, ha afirmado a Efe que 2020 fue una campaña “perdida” y esto provocó incluso cierres definitivos de establecimientos en un sector en el que muchos empresarios “no saben cómo podrán afrontar el futuro más cercano”.
Bazaga ha explicado que el sector perdió el pasado año periodos “clave”, como julio, agosto, diciembre o los puentes otoñales, entre otros. La caída de ocupación como consecuencia del confinamiento y de las posteriores restricciones, y medidas de apoyo al sector por parte de las administraciones que no han sido las esperadas dejan a este segmento “en una situación muy difícil”. Esta circunstancia hace que ya antes de finalizar 2020 se produjesen un buen número de cierres provisionales o definitivos, tal y como ha expresado.
El hecho de que durante buena parte del pasado año el sector tuviese que depender de forma casi exclusiva de los propios habitantes de la comunidad también ha influido, al ser Extremadura una comunidad con salarios más bajos en relación a la media nacional.
El mejor ejemplo fueron las pasadas Navidades, donde a diferencia de otras regiones (como Cataluña, Madrid o la Comunidad Valenciana) con buenos datos de ocupación, el turismo rural extremeño no superó el 20 por ciento durante Nochebuena y Nochevieja. El mismo porcentaje de ocupación se alcanzó por ejemplo durante el puente de diciembre, un periodo donde el sector extremeño lograba habitualmente cifras en torno al 95 por ciento.
Aunque enero no es el mejor mes para el turismo, como reconocen las asociaciones extremeñas del sector, el año ha comenzado además con el impacto de las nuevas restricciones, como por ejemplo el cierre perimetral determinado para los municipios.
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