Viaje por Extremadura y Portugal sobre dos ruedas
La Junta de Extremadura ha puesto en marcha una ruta en moto que permite viajar durante ocho días entre Extremadura y Portugal, desde Guadalupe hasta Lisboa, para descubrir desde un punto de vista diferente los paisajes, la cultura y la gastronomía de los destinos turísticos más importantes de ambos lados de la frontera que comparten España y el país luso.
Es un recorrido de 1.500 kilómetros con etapas aproximadas de 154 kilómetros diarios que estará funcionando durante todo el año, con posibilidad incluso de diseñar un itinerario a la carta para los viajeros que quieran hacerla en más de una etapa. Una nueva propuesta turística diseñada por empresarios extremeños y portugueses que cuenta con el respaldo de la Dirección General de Turismo extremeña y la Cámara Municipal de Setúbal, que apoyan de esta manera propuestas novedosas que permitan el flujo turístico entre ambos países hermanados históricamente. La ruta motera no es más que un primer producto de colaboración entre las administraciones de ambos lados para materializar esa convivencia y poner en valor los recursos turísticos de España y Portugal.
De la montaña al mar
En realidad el punto de partida de la ruta bautizada como ‘De la Montaña al Mar’ es Madrid, porque la capital de España es el punto de recepción de los moteros que quieran embarcarse en esta aventura. Desde allí se partirá hacia Guadalupe, primer municipio de Extremadura en el que se rodará por un paisaje sinuoso de montañas, con las curvas que tanto les gustan a los amantes de las dos ruedas, y donde se visitará el Monasterio de Guadalupe, lugar de culto para miles de peregrinos de todo el mundo que cada año pasan por la comarca de Los Ibores en el que está enclavado.
Plasencia y el Parque Nacional de Monfragüe son los siguientes puntos de esta ruta que incluye también el paso por los valles del Jerte y el Ambroz, ideales durante todo el año pero especialmente en la primavera en la que en el primero de ellos se celebra la Fiesta de Interés Turístico Nacional del Cerezo en Flor y en otoño que es cuando el segundo de los destinos extremeños celebra su Otoño Mágico.
Las Hurdes y su puerta de entrada en Trasierra-Tierras de Granadilla es otro de los pasos incluidos en el itinerario turístico, en los que se puede disfrutar tanto de una naturaleza explosiva como de una gastronomía que mantiene sus raíces y, si se hace en verano, refrescarse en alguna de las piscinas naturales que salpican ambas comarcas.
Motos al ferry
El paso de Extremadura a Portugal se hace desde Pinofranqueado en el quinto día de la ruta, en el que se alcanza el pico de la Sierra de la Estrella, el más alto del Portugal continental, además del glaciar de la aldea lusa de Manteigas y de Piodao, uno de los municipios más pintorescos del país. Una zona en la que reponer fuerzas con los asados típicos de su cocina para continuar al día siguiente hacia el sur rumbo a Évora, la única ciudad portuguesa que forma parte de la Red de Ciudades Europeas más antiguas, con catedral incluida.
La costa se reserva para los dos últimos días del periplo, subiendo las motos a un ferry en la península de Troia para alcanzar Setúbal, uno de los destinos turísticos portugueses por excelencia, famoso por su pescado, sus ostras y su vino. De hecho en 2015 fue catalogado como el Mejor Destino Gastronómico de Portugal. El cabo Espichel, la playa de Cascais, el cabo de la Roca y Sintra, una ciudad de palacios que parece sacada de un cuento, son lugares de paso antes de llegar a Lisboa, la ciudad luminosa y capital cultural de Portugal que es sin duda uno de los destinos turísticos por excelencia de los últimos años.
Los moteros serán espectadores de amaneceres y atardeceres en lugares de mar y montaña, harán visitas guiadas o por su cuenta en función de sus gustos y llevarán consigo el buen sabor de boca de la gastronomía extremeña y portuguesa en una aventura que incluye una buena dosis de curvas.