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El PP sueña con recuperar los municipios gallegos de tamaño medio en un escenario de fragmentación

Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa

Marcos Pérez Pena

Lo que pase en las elecciones municipales puede marcar el futuro inmediato de la política gallega, sobre todo después de que el 28A el PSdeG-PSOE fuese por primera vez la fuerza más votada en una convocatoria electoral en Galicia. Por supuesto, será determinante lo que suceda en las siete grandes ciudades (de las que el PP tan sólo gobierna en Ourense), pero también en un amplio conjunto de ayuntamientos de tamaño medio que o bien rodean a las siete urbes o constituyen importantes cabezas de comarca.

Las siete ciudades gallegas suman caso 1 millón de habitantes (un 37% de la población total de Galicia), pero los 15 ayuntamientos entre 20.000 y 50.000 habitantes añaden otras 432.000 personas, conformando juntos la mitad de la población del país. De igual manera, los 34 ayuntamientos entre 10.000 y 20.000 suman casi otro medio millón. En esas poco más de 50 localidades se juega el futuro político de Galicia.

En las elecciones municipales de 2015 el PP sólo retuvo una de las siete ciudades gallegas y de los siguientes 20 ayuntamientos más poblados sólo fue capaz de llegar al Gobierno en Arteixo, Redondela, Ribeira, Marín, A Estrada y Boiro, perdiendo plazas tan importantes como Ames, Vilagarcía, Cangas, Cambre, Ponteareas, Lalín, O Porriño, Moaña, Nigrán o Sada. Seguro que uno de los grandes objetivos del Partido Popular el 26M será recuperar el terreno perdido en la Galicia urbana, algo que además parece imprescindible para reconquistar las diputaciones de A Coruña, Lugo y Pontevedra.

Sin embargo, en esta ocasión la derecha tendrá que dar esa batalla en un escenario de fragmentación de su campo político, con la irrupción de Ciudadanos, que presenta lista en casi todos los ayuntamientos más poblados y con la incógnita de Vox, que sólo compite en seis localidades, además de las siete ciudades. Una fragmentación, por otra parte, muy parecida a la que presenta la izquierda y el nacionalismo, aunque en este caso el escenario es más conocido.

Los feudos del PP

En el año 2015 el PP perdió el Gobierno de villas tan importantes como Ames, Vilagarcía de Arousa, Cangas do Morrazo, Cambre, Ponteareas, O Porriño, Lalín, Moaña, Nigrán o Sada. Y entre las localidades de más de 15.000 habitantes sólo conservó Arteixo, Redondela, Ribeira, Marín, A Estrada, Boiro o Mos. Además, en varios de estos lugares lo hizo de forma muy ajustada, consiguiendo la mayoría absoluta por un solo concejal, gobernando en minoría o llegando a acuerdos con grupos independientes.

Las elecciones municipales del 26M serán muy diferentes a las generales del 28A, pero la cercanía de estos comicios obliga a observar con detenimiento sus resultados. El PP cayó 15 puntos en Arteixo, quedando por debajo del 20%, 11 puntos en Redondela obteniendo el 21,6%, y casi 18 puntos en Ribeira superando al PSdeG por menos de un 3% de los votos. En general, el PP perdió más de 10 puntos en todas las grandes y medianas villas de la comunidad.

Una parte de estos votos perdidos fueron a parar a las dos formaciones que compiten con el PP en el campo de la derecha y de la ultraderecha, Ciudadanos y Vox. En este grupo de localidades Vox se movió entre el 5 y el 6 por ciento, superando el 7% únicamente en Oleiros. Hay que destacar que en las localidades de más de 10.000 habitantes, el partido de Santiago Abascal sólo fue capaz de presentar lista en Sada, Vilagarcía, Baiona, Verín y O Porriño, además de en las siete grandes ciudades.

Más importante será la competencia de Ciudadanos, que presenta listas en 69 ayuntamientos gallegos, entre ellos todas las principales villas. En ellas la formación naranja se movió en las elecciones generales por encima del 10% en casi todos los casos, superando el 15% en Oleiros, Sada, Ames y Culleredo y acercándose a ese porcentaje en Nigrán, Arteixo, Cambre o Poio.

Las grandes villas gobernadas por el PSdeG

El ciclo electoral iniciado en 2014 supuso una fuerte caída para PSOE (recuperada en las elecciones generales del 28A), pero en las municipales del 2015 fue capaz de retener las alcaldías de Lugo y Vigo y también importantes localidades como Culleredo o Viveiro y conquistando otras como Vilagarcía, Ames, Monforte, O Porriño o Nigrán. Un buen resultado que intentará consolidar y mejorar aprovechando su tendencia alcista. En los comicios del 28A fue la fuerza más votada en la mayor parte de las grandes villas, incluso en algunas gobernadas por la derecha, como Mos, Tui, Boiro, Redondela o Arteixo.

Las plazas del BNG

Aunque en el 2015 los resultados del BNG en las ciudades fueron muy malos, en las grandes y pequeñas villas la formación nacionalista resistió mucho mejor, mantuvo alcaldías como Carballo, Poio, Bueu, Ribadeo y Tomiño y ganó o recuperó otras como Ponteareas o Moaña, perdiendo solo Monforte. Al igual que el PSdeG-PSOE, sus retos en estos comicios son consolidar los avances conseguidos y conquistar nuevas plazas, aprovechando la tendencia alcista iniciada el 28A.

Mareas y otros grupos

Las del 2015 fueron las elecciones de la irrupción de las mareas ciudadanas, que obtuvieron cifras notables en las ciudades y algo más modestos en los municipios medianos. Aun así, se hicieron con la Alcaldía de Sada, recuperaron el gobierno de Cangas para la izquierda o afianzaron su dominio en Teo. En otros lugares, los resultados fueron muy reducidos, muchas veces por la fragmentación en dos o más candidaturas rupturistas. Una fragmentación que se mantiene en esta ocasión en muchos lugares: Vilagarcía en Común / Marea da Vila (Vilagarcía), Ames Novo / Contigo Podemos (Ames) o ACE / Avante / Cangas Decide (Cangas).

Hay otro grupo de ayuntamientos en los que el Gobierno municipal está en manos de formaciones más minoritarias, pero que han asentado su dominio en esas localidades. En algunos casos, desde hace muchos años, como la Alternativa dos Veciños en Oleiros o Terra Galega en Narón, que llevan en el poder en estos dos ayuntamientos desde los años 80 (en el caso de Narón con distintas fórmulas). Más reciente fue el triunfo de Rafael Cuíña y Compromiso por Galicia en Lalín, que pusieron fin en 2015 a 36 años de gobierno de AP/PP. Su victoria fue muy ajustada (el PP se quedó a un concejal de la mayoría absoluta) y este 26M buscará consolidarla.

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