“Somos desempleados, pero no estamos parados”
“Somos desempleados, pero no estamos parados”. Con esta frase se resume la filosofía de las asambleas de desemplead@s que, creadas al amparo de la CIG pero abiertas a cualquier persona sin trabajo, están extendiéndose por toda Galicia. Junto a otros colectivos parecidos, estas organizaciones nacen con el objetivo de reivindicar los derechos de este cada vez más numeroso grupo de ciudadanos ante los recortes que están sufriendo con la merma de sus prestaciones o de otros derechos fundamentales. Pero hay mucho más.
“Nos movilizamos contra los recortes que nos afectan, llevamos a cabo acciones de protesta, difundimos información de utilidad para los desempleados... Pero también intentamos darnos cobertura mutua, ayudamos en la búsqueda de trabajo o de becas de formación y colaboramos entre todos para resolver problemas”, resume Duarte Abad, portavoz de la asamblea de desemplead@s de A Coruña, una de las primeras en conformarse en el país junto con la de Ferrol. Esta última saltó a los titulares de prensa después de que varios de sus miembros habían sido juzgados y condenados a pagar 835 euros después de una acción simbólica en un supermercado del que substrajeron alimentos valorados en 25,37 euros para “llamar la atención sobre las penurias que están padeciendo las personas sin trabajo”.
Aquella acción -y aquella condena- echó un poco de luz sobre unos colectivos que desde esta semana cuentan con una nueva organización, la asamblea de desemplead@s de Lugo que, como las demás, “funcionará con carácter abierto a la totalidad de las personas que quieran trabajar en la misma y que estén en situación de desempleo”. “No es sólo para afiliados de la CIG, ni mucho menos, sino que animamos a todo el mundo que esté pasando por esta situación a que se una a nosotros”, dice Xosé Méndez, uno de los miembros de la organización que recuerda que el próximo martes 6, en el salón de actos de la casa sindical, tendrá lugar la primera reunión. “Cada uno podrá aportar sus ideas y propuestas para ponerlas en común entre todos”, asegura.
Las protestas y movilizaciones, las exigencias a las administraciones públicas de cobertura o el apoyo a las reivindicaciones laborales son algunas de las funciones de estos colectivos, pero ni mucho menos las únicas. “La asamblea surge porque, dada la situación en la que nos encontramos muchos, más que la necesidad de seguir hablando, se siente la necesidad de actuar; queremos dar cuerpo a las reivindicaciones ante lo que estamos padeciendo”, insiste Xosé Méndez, que advierte que “ser desempleado no es estar parado”. “No es algo con lo que uno nace, es algo que surge, y no por el fracaso personal nuestro, sino por el fracaso de los gobiernos y de la sociedad que, tal y como está concebida, es totalmente injusta”, relata.
“Lo último que puede hacer un desempleado es quedarse en casa desesperado. Es importantísimo estar en la calle porque ahí también surgen oportunidades, al igual que surgen en las movilizaciones o en el contacto con gente en la misma situación que tú”, añade Duarte Abad, consciente de que las redes de apoyo mutuo sirven, en muchas ocasiones, no sólo como consuelo, sino como espacio de debate para buscar un futuro.
Todas estas asambleas han previsto diversas acciones en los próximos meses, aunque su concreción depende de lo que decidan en asamblea. En ellas también acuerdan la colaboración con otros colectivos de desempleados que están surgiendo de forma autónoma por todo el país. “Porque estar desempleado no es estar parado, esa es la cuestión”, remata Xosé Méndez, al tiempo que anima a los ciudadanos sin trabajo a que se unan a la iniciativa de Lugo, la última y a la que espera que se unan otras localidades gallegas.