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Endesa solicita cerrar sus centrales térmicas de carbón de As Pontes y Carboneras

Central térmica de As Pontes (A Coruña)

Miguel Pardo

Endesa solicita el cierre de la central térmica de As Pontes (A Coruña). La compañía, que en el pasado mes de septiembre había anunciado ya la aceleración del final de la quema de carbón, había puesto como fecha límite de funcionamiento el año 2022. Finalmente, la empresa ha decidido iniciar ya el proceso para echar el cierre a las instalaciones, aunque no descarta dar marcha atrás si las pruebas con combustibles alternativos “garantizaran la viabilidad”, algo que por el momento no contempla la compañía.

La energética ha hecho este viernes la solicitud formal para el cierre tanto de la instalación de As Pontes (174 empleados) como de la de Carboneras, en Almería (113 empleados). Igual que había hecho en septiembre y posteriormente en diversos informes, Endesa deja claras las razones de ese final: el abaratamiento del precio del gas, la mayor producción de energías renovables, una menor demanda y el elevado precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono en el mercado europeo.

Unas circunstancias, aclara ahora, que explican la falta de competitividad de la planta por la “profunda modificación” de las condiciones de mercado y ante la “clara ausencia de perspectivas de mejora en el futuro”. Según la empresa, la solicitud ahora presentada es plenamente coherente con el objetivo de conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado en 2050, “compromiso compartido y apoyado por la compañía y por todos los países que firmaron los acuerdos de la Cumbre de París COP21”.

A pesar de que Endesa ha llevado a cabo pruebas con combustibles alternativos para mantener en funcionamiento las plantas y que Xunta y Concello de As Pontes consiguieron que las volviese a evaluar con el objetivo de ganar tiempo en la búsqueda de alternativas, mantiene que por el momento no son viables ni desde un punto de vista técnico, ni tampoco desde el económico y medioambiental.

Con todo, la compañía “se reserva el derecho de desistimento de esta petición [de cierre], en su conjunto o parcialmente, en el supuesto de que, como consecuencia de las pruebas adicionales de combustión con distintas mezclas de combustible que se realicen en los próximos meses pudieran variar los resultados y garantizar la viabilidad de las plantas”, aclara en un comunicado.

Un horizonte conocido, pero sin alternativas preparadas

La cada vez mayor concienciación sobre la emergencia climática y los efectos en ella de centrales como la de As Pontes, la factoría más contaminante del Estado y una de las más nocivas de Europa, y las directrices en ese sentido de la UE han adelaentado un final que llega, no obstante, sin planes previos para la “transición justa”. Y también sin las alternativas afianzadas que reclama el personal y la ciudadanía de la comarca afectada.

Más de 700 familias dependen de una instalación clave en la economía del norte gallego, especialmente en las comarcas Ferrolterra, Eume y Ortegal, muy afectadas por la despoblación y la crisis industrial. La parálisis de la térmica ya ha afectado de lleno al colectivo de camioneros que transportan el carbón importado desde el puerto ferrolano hasta la central, movilizados desde hace varios meses.

Endesa propone ahora sustituir los 1.468 megavatios de potencia de la central térmica de carbón de As Pontes por otros 1.505 en energías renovables en Galicia y anuncia una inversión de casi 1.600 millones y la generación de “más de 1.250 empleos de media anual durante los 6 años de la fase de construcción y 125 para la de operación y mantenimiento durante los siguientes 25”. Según dice la empresa, de esta capacidad ya está confirmada la conexión de 165 megavatios con una inversión estimada de 173 millones y la creación de 825 empleos directos en la construcción.

Plan para reducir el impacto económico y laboral

La compañía dice apostar también por un proyecto de actuaciones, el Plan Futur-e, con el que pretende reducir el impacto económico y laboral del cierre, promoviendo alternativas en la comarca y, según dice, abriendo la posibilidad a proyectos viables y a la colaboración de las administraciones públicas.

Según adelanta, Endesa mantendrá los puestos de trabajo de los empleados directos de la central, unos 175, abriendo procesos de reubicación y de formación, además de contar con este personal para el desmantelamiento de las instalaciones y para el mantenimiento de los nuevos parques renovables previstos.

También dice Endesa que, con relación al personal de las auxiliares, priorizará la contratación de trabajadores del entorno para las labores de desmantelamiento y el desarrollo de las instalaciones renovables que ha previsto construir. La compañía añade que fomentará la compra de materiales a proveedores locales que impulsen el desarrollo industrial verde de la zona.

El desmantelamiento de la central de As Pontes durará unos 4 años y generará 130 empleos directos, llegando incluso a 200, según Endesa, que prevé buscar alternativas empresariale en las instalaciones mediante un concurso internacional de ideas para “proyectos de inversión y creación de empleo sostenibles”. Serán, según dice, iniciativas de reconversión que serán evaluados por un comité independiente con participación de agentes autonómicos y locales.

Según aclara la compañía, antes de presentar la solicitud de cierre ha informado de la decisión a los representantes del Ministerio para la Transición Ecológica, a las autoridades autonómicas y a las de los municipios de las plantas afectadas.

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