Feijóo se desentiende de Baltar padre y le recuerda al hijo que su puesto en el PP será votado en breve
Los ritmos de la justicia y los avatares de la política llevaron este jueves a José Luis Baltar a convertirse en involuntario protagonista de la canción que tantas veces interpretó al ritmo de su trombón en mítines y paparotas diversas, esa que le adjudicaba a quien no militara en el PP la misma condición que Andrea Fabra les endosó a las personas desempleadas. Lo que hace bien poco podía parecer una contradictio in terminis se ha producido: el ex presidente de la Diputación, antiguo líder y patriarca provincial del partido ya no es formalmente del PP. Ha renunciado al carné -o han hecho que renunciara- “temporalmente” para “no dañar la organización” como “consecuencia del procedimiento jurisdiccional iniciado”, esto es, por la querella presentada por el PSdeG y asumida por la fiscalía que implica a Baltar en un caso de presunta prevaricación por más de un ciento de supuestos enchufes en el ente provincial que dirigió. Y en la dirección autonómica ha cundido el entusiasmo, empezando por su líder, Alberto Núñez Feijóo.
Vista la reacción mostrada por Feijóo al término del Consello da Xunta de este jueves cualquier persona acabada de llegar a San Caetano bien podría concluir que los socialistas, con su querella, le han proporcionado al jefe del Gobierno gallego una especie de regalo de Navidad atrasado. La baja de Baltar es “una decisión necesaria, correcta y oportuna”, que él “saluda” y “valora positivamente”, porque así “el partido” no va a estar “sometido a los problemas judiciales” del ourensano. Era “inevitable” que el proceso judicial se “mezclara con la situación del partido actualmente”, evidencia el presidente, a quien el fiscal y el juez parecen ponerle en bandeja parte de lo que lleva años intentando: desentenderse de Baltar padre. “Le deseamos toda la suerte posible en este proceso abierto para clarificar sus actuaciones”.
Pero José Luis Baltar se aleja voluntariamente o le han mostrado la puerta de salida? La versión oficial es que la baja “es una solicitud del señor Baltar, firmada por él”, dice Feijóo. Minutos antes, el propio presidente de la Xunta había intentado dejar “claro” lo “que hace el PP” en este caso: “se pide la suspensión de militancia del antiguo presidente del PP en Ourense a pesar de que no ostente ningún cargo público”. “Si dije eso no estuve acertado”, intentó emendar poco después, justo antes de admitir que “la decisión”, voluntaria o forzosa, es “resultado de la valoración y de las conversación” mantenida entre él mismo y Manuel Baltar, heredero del puesto de su padre en la Diputación, pero también en el partido.
Y para este Baltar también hay recado presidencial. A Feijóo se le preguntó por su opinión acerca de la influencia que las supuestas contrataciones masivas de la Diputación pudieron tener en el resultado del congreso en el que el hijo relevó al padre en la presidencia del PP ourensano. Esa “posible relación, que en mi opinión no cabe”, no tiene “demasiada trascendencia práctica”, asegura. “Una cuestión es un procedimiento administrativo y otro, un procedimiento orgánico de una organización política”, evidencia. En todo caso, advierte, “en este primero cuatrimestre del año va a haber congresos provinciales del PP y se van a elegir los presidentes provinciales; por lo tanto, en ese congreso provincial la militancia decidirá cual va a ser el presidente del partido para los próximos cuatro años”. Resta saber, en este punto, si la dirección que encabezan el propio Feijóo y Alfonso Rueda articularán, como hace tres años, una operación para desbancar el baltarismo. Por el momento, el que entonces fue su candidato, Juan Manuel Jiménez Morán, dice no querer “ni acordarse del día del congreso que ganó Baltar”.
“Una batalla entre los que antes se apoyaban para pedir votos”
Mientras esto sucede en el PP el resto de formaciones políticas observan y ponen el acento en que, a su juicio, lo de los Baltar no es un caso aislado en el PP ni ajeno a Feijóo. Para el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, la suspensión de militancia es un capítulo más de la “batalla que se abrió en el PP entre los que antes se apoyaban para pedir los votos”, esto es, entre “Rueda y Baltar”. Sea como fuere, para el líder socialista este movimiento no tiene nada de “ejemplar”. Lo ejemplar, dice, sería que el ex presidente de la Diputación ourensana “no hiciera todo lo que hizo”, unas actuaciones en las que los contratos que ahora investiga la justicia son “una pequeña parte” de un “iceberg” de “prácticas clientelares masivas”, afirma.
En un sentido parecido, desde el BNG la parlamentaria Carme Adán no duda de que la dirección popular intenta “hacer recaer sobre una persona lo que es un problema de todo el partido” y, en general, de un “funcionamiento caciquil en las diputaciones”. Para la nacionalista el “responsable” de las eventuales contrataciones fraudulentas es el PP en su conjunto, ya que “aceptó una determinada situación, la compartió y la aplaudió” mientras el Bloque la “denunciaba” en “reiteradas ocasiones”. “Hacer recaer la culpa en una parte cuando afecta al todo es desviar la atención”, concluye.
