Galicia (no) es un modelo de gestión de fondos para la UE
“Galicia marca el paso en Europa”. “Se convierte en referente, haciendo oír su voz y haciendo valer su experienica en la gestión de fondos comunitarios”. “Galicia ostenta el liderazgo”, lo que supone un “reconocimiento por parte de la Unión Europea a la gestión que desde nuestra comunidad hemos realizado de los fondos estructurales y de cohesión”. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hablaba en estos términos desde Bruselas este martes, justo después de presentar ante el plenario del Comité de las Regiones un dictamen titulado Recomendaciones para un mejor gasto. Pero ¿es cierto que este informe es resultado de que el continente haya vuelto sus ojos hacia Galicia y su gobierno por sus buenas prácticas? No.
La presencia de Feijóo ante este organismo consultivo –su misión es votar recomendaciones“, ”proponer enfoques y orientaciones políticas“ – se debe a una ”cuestión administrativa“. Según detallan las fuentes parlamentarias consultadas, las ”cámaras de territorios con competencia legislativa“, caso de Galicia, van ”rotando“ para acudir al Comité de las Regiones, en un ”reparto“ en el que además influye el peso de los diferentes grupos políticos, ”y aquí el PP tiene la mayoría“. Así las cosas, a Galicia – y por lo tanto, a la Xunta – ”le tocó“ presentar un informe sobre la gestión de los fondos europeos, que fue elaborado por técnicos y en el que la presencia del presidente solo se requiere en el momento de la votación final.
La otra inexactitud del discurso oficial del Gobierno gallego se refiere al propio contenido del dictamen. El documento – en el que la palabra 'Galicia' solo figura para referirse al cargo de Feijóo – incluye una serie de recomendaciones generales y no una descripción de la manera gallega de hacer las cosas. Así, por ejemplo, el informe hace un llamamiento a que se tenga en cuenta el peso de los gobiernos “regionales” y la importancia de su gestión en la recuperación económica o a mejorar la coordinación entre niveles administrativos, al tiempo que exalta la “descentralización” en la gestión política. También propone incrementar los mecanismos de control u obtener “cofinanciamento privado”, así como dinero del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Un comité que aprueba “prácticamente todo”
Tampoco parece tener especial relevancia el hecho de que el informe de Feijóo haya sido aprobado “por unanimidad” en el comité. En declaraciones aa este diario, la representante del BNG en Bruselas, Ana Miranda, explica que “el 99% de los informes del Comité de las Regiones se aprueban”. “Es un órgano tan administrativo y consultivo, sin ninguna capacidad ni incidencia”, que los documentos que trata “reciben el visto bueno” sin mayores problemas, “más aún en la Comisión de Desarrollo Regional”, que fue la encargada de abordar esta cuestión concreta y que “da un sí prácticamente a todo”. Cuestión distinta sería si este informe fuera aprobado en el Parlamento, donde “más del 40% decaen”.
En este contexto, Miranda también duda de que la presencia de Feijóo en Bruselas haya supuesto un beneficio en la imagen de Galicia, especialmente hoy por hoy, “cuando hay abierto un procedimiento por infracción en relación con el saneamiento de las rías” y mientras la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OELAF) le reclama a la Diputación de Ourense la devolución de 10 millones en ayudas por un presunto fraude. Feijóo, lamenta Ana Miranda, “quiere aparecer como buen gestor” pero solo en un organismo “con valor consultivo”, ya que “por detrás se ve que no tiene ninguna capacidad de decidir”, caso por ejemplo del reparto de fondos europeos para el nuevo período presupuestario de la Unión. Para la “definición” de criterios de financiación “no se movieron nada” desde el Gobierno gallego pero ahora, concluye, intentan “vender humo”.
