El libro póstumo de Domingo Villar, una pieza dramática sobre el bloqueo creativo, saldrá en septiembre
El libro póstumo de Domingo Villar no es una novela negra. Pese a que el popular escritor vigués, muerto el pasado mes de mayo con 51 años, catapultó el género en Galicia de la mano del inspector Caldas, la obra que dejó lista para su publicación es una pieza dramática sobre el bloqueo creativo: Síbaris. Verá la luz en la editorial que publicó en gallego todos sus títulos, Galaxia, y lo hará el próximo 20 de septiembre.
Resulta difícil no intuir ciertos trazos biográficos en la breve sinopsis facilitada por la editora: “Se trata de una pieza dramática protagonizada por un escritor que acaba de recibir el Nobel pero que se encuentra en un bloqueo creativo desde hace muchos años”. Villar no recibió, obviamente, el Nobel, pero sí triunfó con sus dos primeras novelas, Ollos de auga (Ojos de agua, 2006), y A praia dos afogados (La playa de los ahogados, 2009), historias noir ambientadas en Vigo y pobladas de retranca y tipos reconocibles. Se vendieron por miles y de la segunda -que se tradujo al castellano, alemán, inglés, polaco, portugués o italiano- llegó a haber una adaptación cinematográfica dirigida por Gerardo Herrero y con Carmelo Gómez como Leo Caldas. Después, el silencio.
Aunque Villar no desapareció y realizaba incursiones en la prensa como articulista, tardó una década en dar continuidad a las peripecias de Caldas y su ayudante Estévez. En 2019 apareció O último barco (El último barco), 800 páginas en la ría de Vigo. “Los libros están cuando están y no cuando uno quiere que estén”, aseguró en una entrevista en el semanario Sermos Galiza durante la promoción de la novela.
En Síbaris está, asegura la nota editorial, “el fino sentido del humor” de Villar, y por ella “desfilan las filias y las fobias de muchas escritoras y escritores a lo largo de su carrera literaria, y que tienen que ver con los miedos, las inseguridades y las paranoias”. “Aguda, cómica, a veces despiadada y siempre lúcida”, añade Galaxia, quien afirma que la obra póstuma de Villar permitirá apreciar un escritor “poliédrico, mucho más que un constructor de tramas policiales”.
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