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La policía constata numerosos fallos de seguridad en las ambulancias del 061 en Galicia

Ambulancia del 061 en Galicia

Miguel Pardo

La policía constata numerosos defectos de seguridad en las ambulancias del 061 en Galicia. Un informe pericial encargado por las fuerzas de seguridad concluye que en todas las inspecciones realizadas en las 14 áreas de cobertura del transporte sanitario se han encontrado irregularidades que afectan a la seguridad vial y “aumentan drásticamente” la “probabilidad de sufrir un accidente”. El exceso de peso que las inspecciones han certificado en todos los vehículos “incumple la normativa” y provoca importantes riesgos para los ocupantes y en la conducción, que se hace más “peligrosa e impredecible”.

Así de contundentes son las conclusiones de las inspecciones llevadas a cabo por la policía judicial para comprobar el posible “exceso de peso” en las ambulancias en Galicia y su “peligro en cuanto a la seguridad vial, tanto para ocupantes como para viandantes”. El informe pericial, al que ha tenido acceso este diario, forma parte de las diligencias previas --y hasta hace pocos meses secretas-- de la investigación abierta en el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago por uno presunto delito de prevaricación, información privilegiada y tráfico de influencias en el concurso de la Fundación Pública de Urgencias Sanitarias de Galicia 061, dependiente del Sergas, para el servicio de transporte sanitario urgente por 120 millones de euros hasta 2019. Dividido en 14 lotes por áreas geográficas, once empresas se repartieron las adjudicaciones, oficializadas en verano de 2015. Pero uno de los empresarios aspirantes denunció y puso sobre la mesa supuestas irregularidades.

La causa se abrió tras la denuncia de este empresario lucense excluido del concurso. La jueza actuó a instancias de la Fiscalía, que recomendó en octubre de 2015 la admisión a trámite de la denuncia. En ella, se asegura que las empresas beneficiadas habrían matriculado y rotulado los vehículos con la simbología de la Xunta y de la Consellería de Sanidade meses antes de que la Administración resolviese la adjudicación e incluso ya una semana después de la publicación de los pliegos en el Diario Oficial de Galicia (DOG), en noviembre de 2014. Según el denunciante, todas las firmas que consiguieron el contrato equiparon las ambulancias en el taller ourensano Rodríguez López --el 95,5% de ellas-- y en el portugués Autos Ribeiro.

La investigación busca determinar si, como dice la policía judicial, la Administración usó para el concurso pliegos de condiciones facilitados por la carrocera ourensana, que estaría en connivencia con la de Portugal. Intenta probar que fue “un concurso a la carta” -como aseguran fuentes del sector conocedoras del proceso judicial- por lo que las empresas que trabajaban con estos talleres suministraban las ambulancias de los requisitos y características exigidas por el Sergas y en un tiempo récord. Hay incluso correos electrónicos cruzados entre el técnico del 061 investigado y los comerciales de Rodríguez López. En ellos, se constata que o bien el funcionario facilitó a la empresa los planos que se incorporaron a los pliegos del concurso, o bien fue la propia empresa la autora de esos planos. La mayor beneficiaria del concurso fue Ambuibérica.

Los dos administradores de la empresa Rodríguez López SL ya fueron llamados a declarar el pasado mes de junio. Se trata de certificar un presunto amaño. El concurso exigía a las ambulancias unas características técnicas muy específicas y distintas a las del resto de autonomías y requerían de un tiempo para su adaptación que, según el denunciante, no era posible en ningún caso vistos los plazos de licitación. Pero el taller investigado tenía todo listo, aunque no fuese en las mejores condiciones.

Excesos de peso de hasta 900 kilos

Eso es lo que se deduce de la inspección encargada por la policía el pasado mes de agosto. En ella, se inspeccionaron 23 ambulancias, dos --en caso de que fuese posible- por cada una de las 14 áreas geográficas, sin previo aviso y sin interrumpir el servicio del transporte sanitario. Todas habían sido equipadas en el taller investigado en el juzgado, Rodríguez López. El resultado fue desolador. Todos los vehículos inspeccionados pasaban de peso y, en su mayoría, el exceso de masa aproximado era de unos “300 kilos sobre la masa máxima autorizada (MMA) permitida para la circulación de vehículos de este tipo e incumpliendo la normativa aplicada”.

El exceso de peso que denuncia en este informe la policía judicial coincide con el que trabajadores de las UVI móviles de la Comunidad de Madrid acaban de denunciar nos sus vehículos. Tal y como adelantó la SER, la empresa que equipa el transporte en este caso es la misma investigada en el proceso abierto en los juzgados de Santiago y que también ha excedido el peso de los vehículos en Galicia: Rodríguez López Autos, de Ourense.

Varios sindicatos, como la CIG, habían advertido ya hace aun año de las inspecciones y del posible exceso de masa que se daba en las ambulancias que eran analizadas en Galicia. UGT había avisado un año antes de alguna actuación de la Guardia Civil que había certificado el sobrepeso de algún otro vehículo. La policía judicial constató hace doce meses que todo el transporte inspeccionado incumplía la normativa.

“Exceder la MMA en un vehículo, evidentemente, puede repercutir en daños estéticos a la carrocería del coche y daños estructurales de esta, afectando negativamente al sistema de suspensión, neumáticos y frenos”, advierte el informe pericial firmado por un ingeniero técnico industrial el pasado septiembre, que aclara que “todo esto repercute en la conducción del vehículo”. “El tiempo y la distancia de frenado aumentan, lo que puede representar un peligro” y el “paso por la curva implica, ya en condiciones normales, sufrir las leyes de la física: la inercia actúa sobre el vehículo teniendo el movimiento hacia el exterior de la curva. Ese efecto aumenta si llevamos más cargado el coche”.

El informe advierte de que las inspecciones se realizan sobre “un vehículo de urgencia”, con el que “con frecuencia se realizan conducciones agresivas, con exceso de velocidad sobre los límites establecidos”, lo que provoca que “se vuelva impredecible en su maniobrabilidad y muy peligroso de conducir”. “Estamos expuestos a que uno o varios componentes del vehículo no funcionen correctamente y presenten daños serios. La probabilidad de que ocurra un accidente que pueda llegar a afectar a los ocupantes aumenta drásticamente, por lo que de manera alguna se recomienda sobrepasar el límite de carga marcado en la ficha técnica por el fabricante”.

Pero todas lo sobrepasaban, porque en ningún caso se tenía en cuenta el peso extra de los ocupantes, el posible enfermo o la camilla. “Dando un exceso de peso de 250 kilos sobre la MTMA (Masa Total Máxima Admisible) / MMA del vehículo declarada, en su caso, por el fabricante en la homologación de tipo y que define las características constructivas del vehículo”, tal y como se dice en el caso de una de las primeras inspecciones. El dictamen se repite en todas las demás, aunque con excesos de peso variables. Los hay de hasta 355.

Además, son varios los casos en los que el informe pericial advierte de ambulancias que circulan “sin rueda de repuesto, sustituida por un kit antipinchazos, sin compresor de aire acondicionado del habitáculo asistencial conectado a la red de 220 V” y donde, “al parecer, se sustituyeron la base de los asientos por otras de menor peso sin que aparezca reflejada esta reforma en la ficha técnica”. En todos esos casos -nueve en total-, los vehículos circularon, antes de una reforma posterior, varios meses con excesos de peso mucho mayores a los señalados en el momento de la inspección: de entre 745 y 900 kilos.

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