Feijóo pide que el Gobierno espere al último momento para decidir el nivel de restricciones en Semana Santa

El presidente de la Xunta no quiere que el Gobierno y las comunidade autónomas acuerden todavía los protocolos contra el coronavirus que se aplicarán en Semana Santa. La posibilidad de que el sector hostelero “albergue alguna esperanza” relacionada con la relajación de restricciones llevó a Alberto Núñez Feijóo a pedir que se espere al último momento para adoptar una decisión. “Es muy precipitado hacer predicciones a un mes de distancia en una pandemia”, argumentó este jueves.

Feijóo habló al término de la reunión semanal de su gabinete, al día siguiente del Consejo Interterritorial de Sanidad que retrasó siete días las conversaciones sobre la Semana Santa. En esa reunión, Madrid anunció su intención de abrir movilidad y hostelería, algo que el presidente gallego justificó debido a la “mayor inmunidad” de su población, “entre un 18 y un 20%”. “La situación de la epidemia no es exactamente igual en todas las comunidades”, dijo, antes de añadir que lo que sí pedía “es que el acuerdo sea general”.

A pesar de su ambiguo respaldo a Díaz Ayuso, Feijóo repitió en numerosas ocasiones que se guía por el “principio de prudencia” y llamó al Gobierno central a adoptarlo. Este ya ha expresado su opinión sobre mantener los llamados cierres perimetrales de las autonomías, el toque de queda e incluso la prohibición de que los estudiantes regresen a los domicilios familiares por vacaciones. Feijóo aseguró no compartir y se hizo el sorprendido ante esta última medida, pese a que durante la segunda ola, su Consellería de Sanidade recomendó a los universitarios lo mismo.

El presidente de la Xunta también anunció que la Xunta “intentará que en Galicia haya una movilidad amplia” en Semana Santa de seguir los datos como hasta ahora. Y celebró que el Ejecutivo de Sánchez se avenga al “criterio de prudencia” después de establecer “criterios precipitados y frívolos” para la Navidad. Lo que no recordó fue que él mismo llamó entonces a salvarla y criticó con dureza el establecimiento del estado de alarma y del toque de queda “por cargarse el consumo” y “cerrar la Semana Santa”.