La Xunta prepara el terreno para una nueva visita papal
El 1 de marzo de 2010 el presidente de la Xunta viajaba al Vaticano. Tras lo que la Xunta presentó como una “audiencia” de Benedicto XVI a Alberto Núñez Feijóo y que en realidad -como explicitó la Iglesia- era un viaje del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en el que el jefe del Gobierno gallego acudió como parte del “séquito” del religioso, el presidente anunció que le había expresado al papa el “máximo interés” en que visitara Santiago. Poco después se confirmaba que el 6 de noviembre era la fecha elegida para la visita papal. Este jueves Feijóo viajó a la ciudad italiana de Asís y dejó patente una voluntad semejante, esta vez dirigida al nuevo papa, Francisco.
La visita de Joseph Ratzinger a Compostela se produjo en el final del Xacobeo 2010 y fue presentada por la Xunta como una oportunidad “histórica”. Los 3 millones de euros que salían de las arcas públicas gallegas para financiar el evento se mostraban como una inversión mientras gran parte de la hostelería compostelana se apresuraba en comprar víveres para una supuesta marea de visitantes que iban a acudir a ver al líder religioso. Finalmente, no hubo multitud alguna. El papa recorrió un trayecto que en gran parte estuvo vacío y los congeladores de los restaurantes se quedaron llenos de marisco. En algunos, los únicos clientes fueron agentes antidisturbios que componían el enorme dispositivo de seguridad.
Pese al pinchazo de 2010 el Gobierno gallego parece dispuesto a cumplir el deseo de Feijóo, quien poco después de despedir a Benedicto XVI expresó la voluntad de traer un papa a Galicia “en cada legislatura”. Aprovechando su visita a Asís, donde inauguró una exposición sobre el Camino de Santiago, el presidente proclamó que “Galicia también rinde tributo a San Francisco de Asís porque en su momento el santo hizo lo mismo con nuestra tierra, por eso peregrinó a Santiago”. En el marco de la conmemoración del octavo centenario de esa peregrinación, declarada acontecimiento “de especial interés público” -con sus correspondientes beneficios fiscales-, Feijóo le realizó “un nuevo llamamiento al obispo de Roma, el Papa Francisco” para que “acuda a Santiago y vuelva sobre los pasos del ilustre peregrino a quien debe su nombre.
A juicio del titular de la Xunta esta es “una oportunidad irrepetible para que el vicario de Cristo rinda homenaje de nuevo a Francisco”. En este marco, el líder conservador no ahorra argumentos sobre el enlace del país con esta figura. “El fervor por la expiación de la humanidad” es “compartido por Francisco de Asís y la curia compostelana”, dice el presidente, quien además explicó en Italia que “la peregrinación y el Camino de Santiago son pilares fundamentales de la historia de Galicia”.
En este contexto, parece que la petición gubernamental ya empieza a cobrar forma. Así, el ministro general de la orden franciscana, el gallego José Rodríguez Carballo, expresaba este jueves que el papa Francisco será “muy sensible” a la petición. El también secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada -una especie de miembro del Gobierno vaticano- cree que la visita a la capital gallega puede ser el “complemento total” a las conmemoraciones sobre san Francisco. “El Santo Padre tiene mucho interés en visitar Santiago”, asegura. Resta saber, por lo tanto, cuánto costará y si, de nuevo, será presentada como una vía rápida y divina para salir de la crisis.
