Los Sheldon Cooper y Lisa Simpson de la vida real: ¿sienten los superdotados pasión por la tecnología?
“Los verdaderos programadores siempre confunden Halloween (31OCT) con la Navidad (25DEC)”. Este es uno de los chistes que figuran en el perfil de Facebook de Mensa España, un selecto club al que pertenecen 130.000 personas en todo el mundo, 1.600 en nuestro país. Si eres uno de los que ha adivinado la solución del acertijo (31 en el sistema octal equivale a 25 en el sistema decimal), no te emociones pensando que ser 'mensista' es tarea fácil.
Para ser socio de esta asociación, fundada en 1946 para reunir y estimular a los mejores cerebros, tendrás que obtener un resultado superior al del 98% de la población en un test de inteligencia. Es decir, tendrás que demostrar un cociente intelectual (CI) igual o superior a 131 en la escala de Wechsler. Si te pica la curiosidad, puedes ir probando con este test orientativo, a ver si aciertas la siguiente figura de la serie.
En este peculiar grupo hay nombres conocidos. Actores como Geena Davis o Nolan Gould (el no tan inteligente Luke Dunphy en 'Modern Family') han declarado ser 'mensistas'. En el mundo tecnológico, Adam Osborne - que lanzó al mercado el primer ordenador portátil de la historia, el Osborne 1 - o el creador Minecraft, Markus Persson, también han pasado por Mensa. En España, Miki Nadal mostró recientemente su carnet por televisión. Diversos perfiles con un denominador común: un CI privilegiado.
SUPERDOTADOS ÁVIDOS DE HUMOR
Estado de alerta inusual, rápido aprendizaje, excelente memoria, vasto vocabulario, pasión por resolver problemas (sobre todo con números y rompecabezas), pensamiento abstracto y complejo o un especial sentido del humor con juegos de palabras son algunas de las características comunes de los superdotados, según la Asociación Nacional para Niños Superdotados de EE.UU.
“Es como si nuestro cerebro funcionara como un coche de Fórmula 1”, explica a HojaDeRouter.com Elena Sanz, presidenta de Mensa España. “Uno de los rasgos típicos de un 'mensista' es el sentido del humor: nos damos cuenta muchas veces en las reuniones de que nos sentimos cómodos porque no tenemos que explicar los chistes”.
Carmen Sanz Chacón es psicóloga clínica sanitaria y dirige 'El mundo del superdotado', un gabinete psicológico para la valoración de superdotados de todas las edades. Con un CI de 168, esta licenciada en Ciencias Físicas dejó un puesto directivo en Telefónica para dedicarse a ayudar y asesorar a otras personas como ella.
Carmen nos explica que un niño de 8 años con un CI de 130 tiene el cerebro de uno de 11. “Su desarrollo intelectual y mental va adelantado y eso puede generar rechazo por parte de sus compañeros. Tiene un ordenador que funciona con un procesador más rápido que los demás, con una capacidad de almacenamiento mayor”.
UN GARITO AL QUE SOLO ENTRA EL 2%
La superdotación no tiene edad. En Mensa Internacional hay socios desde los dos a más cien años. Con tan solo tres, una niña de Arizona se ha convertido en uno de los miembros más jóvenes del club gracias a su CI superior a 160 (el de Albert Einstein): ha aprendido español con la sola ayuda de su iPad.
¿Pero cómo influye tener un cerebro privilegiado en la carrera profesional? La psicóloga Carmen Sanz señala que “los superdotados tenemos una altísima capacidad lógica, por ello tenemos más capacidad para las matemáticas o la física. Pero también gozamos de una alta capacidad verbal y de memorización”.
Carmen puntualiza que, pese a esa predisposición hacia las ciencias, en su gabinete también ha tratado a periodistas, abogados o licenciados en Bellas Artes. Y también a muchos superdotados que nunca estudiaron. “Uno de mis pacientes es jardinero. Con 30 años ha descubierto que además es superdotado. La superdotación no se pierde, pero sí ha perdido años” para aprovecharla.
Por su parte, la presidenta de Mensa España nos explica que en su asociación predominan los perfiles relacionados con carreras científico-técnicas: “hay muchos ingenieros informáticos, además de físicos, químicos o biólogos”. Pese a la mayor proporción de estos perfiles, en Mensa España también hay periodistas, músicos (Elena nos cuenta que se celebran conciertos en la organización, interpretados por socios, entre los que hay especial afición por el 'hard rock'), o personas que desempeñan trabajos de menor cualificación, desde taxistas a guardias municipales o bomberos.
DE LA ORTOGRAFÍA A LA ELECTRÓNICA : ¡TODO ES CURIOSO!
Jack Williams, periodista y miembro de Mensa, compara la organización con un bar. “Lo único que ocurre es que toda esa gente tiene altos CI. Y es más probable que encuentres a alguien interesado en los agujeros negros que en los 'reality shows' de la tele”.
Mensa desarrolla actividades a través de grupos de especial interés. A nivel internacional, hay grupos dedicados al estudio de ovnis, al póker, la microbiología, el chocolate o Star Trek. En Mensa España, hay grupos de política, ciencia, temas 'frikis', recuerdos de los años 80, filosofía, sentimientos, ciencia ficción, cocina, educación o aviones.
Como en cualquier reunión de amigos, debaten temas de actualidad de diversa índole. Eso sí, Elena Sanz ha observado ciertas tendencias: abundan los socios que no ven la televisión, muchos sienten pasión por los animales y en la organización corren ríos de tinta por dilemas ortográficos.
Elena reconoce que, en general, en Mensa sí hay cierta pasión por el código y los dispositivos. “Sí predomina un perfil de gente interesada por la tecnología. Se habla desde desarrollo de 'apps' a Arduino”. De hecho, una de las próximas actividades de la asociación será un taller de edición en colaboración con Wikimedia.
Esta licenciada en Química no quiere generalizar sobre el perfil de superdotado. “Somos personas muy curiosas, pero el grado de 'frikismo' varía. Es cierto, Sheldon Cooper o Lisa Simpson son personajes de ficción que serían muy bienvenidos a Mensa, podrían encajar perfectamente con nosotros”.
Los 'mensistas' se sienten a gusto en la organización, pero muchos, según nos cuenta Sanz, “no quieren salir del armario”. Han presenciado desde el caso de un chico que no se lo contaba a sus padres porque le consideraban el tonto de la familia hasta personas incapaces de confesarlo a su pareja.
María Teresa Medina, presidenta de AESAC (Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades), nos cuenta que desde su organización desarrollan distintas actividades: desde talleres de juegos matemáticos africanos a egiptología o visitas al Museo del Prado. A esta agrupación pertenecen unas 150 familias, unidas por las altas capacidades de sus hijos.
También en AESAC se tiende a la discreción. “La madre de uno de los niños no ha explicado a su hijo de 6 años qué es AESAC, pero él mismo dice que es el lugar donde están los niños curiosos”, nos cuenta Medina.
¿EL CEREBRO NACE O SE HACE?
Investigadores de la Universidad McGill de Montreal han descubierto que los cambios en el espesor de la corteza cerebral están asociados a los cambios en el CI. A partir de los 5 o 6 años, la corteza cerebral de cualquier niño empieza a adelgazar, pero los menores con alto cociente no presentan esa reducción a dicha edad.
Elena Sanz destaca la existencia de un componente genético. De hecho, en Mensa hay hermanos, padres e hijos e incluso familias enteras. El roce hace el cariño. La psicóloga Carmen Sanz Chacón puntualiza que no todo está en la genética. También el entorno es determinante. “El padre de Picasso también era pintor. Quizá si su padre hubiera sido pastor él no hubiera cogido un pincel”.
Además, en el siglo XX, la media de cociente intelectual aumentó a un ritmo de tres puntos cada década, según el conocido como 'efecto Flynn', un concepto desarrollado por el psicólogo James Flynn. Según este investigador, mientras nuestros antepasados llevaban unas 'gafas útiles' nosotros portamos unas 'gafas científicas', que tienden al análisis lógico de símbolos abstractos.
¿Es un test de CI la herramienta más adecuada para medir la inteligencia? “Si surgen nuevas herramientas fiables, probablemente, desde Mensa las adoptaremos”, señala Elena Sanz. “Nosotros tenemos que realizar una prueba objetiva, que no tenga en cuenta el nivel cultural del candidato”.
Javier Tourón, catedrático de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación y profesor en Universidad de Navarra, defiende que la superdotación no es un atributo, rasgo o condición con la que se nazca. “La superdotación no es un sexto dedo”.
De hecho, cree que el término adecuado no es superdotación, sino altas capacidades. “La inteligencia es una realidad poliédrica. No podemos reducirla a la expresión de un CI, que en definitiva es una medida que estima unas capacidades determinadas”.
Este profesor nos explica que hay todo tipo de perfiles y profesiones entre las personas con altas capacidades. “Los niños de alta capacidad pueden dedicarse a la música, la escritura, la pintura, la danza o el deporte. ¿Acaso no tiene Alberto Contador altas capacidades?”, nos pregunta, a la vez que critica la tendencia a reducir la definición de inteligencia a la inteligencia lógico-matemática. Tourón defiende que, además de las variables cognitivas, hay que tener en cuenta las psicosociales: el esfuerzo, el trabajo, la motivación o el interés.
¿TALENTOS DESPERDICIADOS?
En Mensa también hay personas desempleadas. ¿Quiero esto decir que no sirve para nada tener un CI similar al de Beethoven, Newton o Leonardo Da Vinci a la hora de encontrar trabajo?Beethoven, Newton o Leonardo Da Vinci “Ponerlo o no en el CV es un eterno dilema en Mensa, tanto a nivel nacional como internacional, pero solemos acordar que es mejor no ponerlo”, explica Elena Sanz. “Al final un empleador busca un perfil: lo que importa no es que tu cerebro vaya más rápido sino también que tengas las habilidades requeridas”, prosigue la presidenta.
Carmen Sanz Chacón nos explica que, desde su fundación, están “tratando de poner en valor el talento de los chicos superdotados para que las empresas se interesen por ellos. Algunas tecnológicas como Microsoft, HP o o Indra están colaborando ya con nosotros”.
A sus 13 años, el pequeño Quin Etnyre ya imparte clases de Arduino en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) e incluso tiene su propia empresa, Qtechknow. Google también fichó el año pasado a Nikos Adam, un niño griego de tan solo 12 años, tras quedarse fascinados por su exposición sobre ataques cibernéticos.
“En España no permitimos casos como los de estos chicos. Aquí es muy complicado siquiera que les suban de curso un año. Hay mucho talento desperdiciado”, nos explica Sanz Chacón. “Creo que si un niño tiene capacidad para razonar como un adulto, y para enseñar a los demás, también se les debe permitir. Y si necesita un apoyo emocional se le debe ofrecer”, prosigue esta superdotada.
Según los datos del Ministerio de Educación, en el curso 2012-2013 estudiaron un total de 12.490 alumnos con altas capacidades intelectuales, menos de un 0,2% del total. Sin embargo, según la OMS, debería haber un 2% de la población superdotada (uno de cada 50 niños). ¿Dónde están el resto?
María Teresa Medina, presidenta de AESAC, nos explica que su organización ha pedido a la Comunidad de Madrid que se cree un equipo de orientación específico y uniforme para la identificación de los niños con altas capacidades. “Actualmente cada equipo identifica a los niños de esa zona, pero no hay un protocolo común”, nos explica. También añade que la formación del profesorado debería mejorar.
El profesor Tourón explica que hay que analizar la cuestión de los niños con altas capacidades desde el punto de vista de su potencial: “si no hay piano no hay pianista”, nos resume, al tiempo que reclama una mayor atención para los niños con altas capacidades tanto en el aula como fuera de ella.
IGUALES PERO DISTINTOS
¿Son especiales los superdotados? “No somos excéntricos. Somos raros en el sentido de que somos distintos, poco frecuentes. Es cierto, en Mensa nadie te mira mal si cuentas que memorizas las matrículas por la calle, porque otro va a tener otra rareza similar o mayor. Somos iguales pero distintos, distintos pero iguales”, nos cuenta Elena Sanz.
“Queremos encajar mejor en la sociedad, optimizar nuestras capacidades para el mundo”, sentencia con ilusión la presidenta de Mensa España. Y concluye confesando su afición por realizar varias tareas a la vez. Antes de la entrevista, hacía ganchillo mientras formateaba el ordenador. Y seguramente realizaba esas dos tareas simultáneamente bastante más rápido que el 98% de los mortales.
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