Para hablar con amigos y familiares, para controlar nuestras finanzas y también, por qué no, para matar el aburrimiento a golpe de juegos: a estas alturas ya hay una aplicación para casi todo y, entre unas y otras, los usuarios han terminado llevando media vida en el bolsillo, en el interior de sus ‘smartphones’.
Además, la revolución de las aplicaciones está lejos de detenerse aquí. Se estima que en 2016 la cifra de usuarios de teléfonos inteligentes superará los 2.000 millones. Tu empresa, si no quiere quedarse atrás, tendrá que decidir tarde o temprano formar parte del ecosistema móvil. De hecho, cuanto antes lo decida, mejor. Todo apunta a que el mercado de desarrollo de aplicaciones colapsará dentro de un par de años a causa de la elevadísima demanda.
Si los directivos de tu compañía no acaban de convencerse, no será por falta de argumentos y datos. Estos son algunos de los más contundentes:
Los usuarios esperan
Según un informe de la consultora Flurry, hay cerca de 300 millones de “adictos” al móvil en todo el mundo. Los ‘smartphones’ están tan presentes en sus vidas que sacan sus dispositivos para abrir alguna aplicación 60 o más veces a lo largo de un día.
Aunque este grupo de consumidores no es el más representativo, sí es el que más ha crecido en el último año, dejando claro que cada vez serán más los que vivan pegados a sus dispositivos móviles. Tras este ‘boom’ se encuentran las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea.
Más allá de las plataformas más populares y de los consumidores más activos, las empresas que quieran lanzar su propia ‘app’ deben analizar cómo utilizan sus dispositivos los llamados “usuarios medios”. Según el informe de Flurry, abren aplicaciones unas 16 veces al día y son, aproximadamente, 1.000 millones de personas.
Google ha examinado muy bien a este tipo de usuario, tal y como se puede comprobar en un reciente estudio que será de gran utilidad para los CIOs que planeen el desarrollo de su primera ‘app’ corporativa.
Para empezar, el usuario medio instala en su dispositivo unas 36 aplicaciones, aunque, en realidad, utiliza a diario menos de diez. Entre ellas se encuentran las imprescindibles: las redes sociales, los juegos y las que tienen que ver con el entretenimiento. Generalmente, la memoria de sus móviles también tiene un hueco para el comercio electrónico.
Una vez que el equipo de desarrollo tenga claro el servicio que debe ofrecer la ‘app’ de la empresa, y después de ponerse manos a la obra, llega el momento de pensar la manera de hacer que el producto móvil sea conocido. Para esto, Google también tiene respuesta: el boca-oreja funciona mejor que las costosas campañas publicitarias.
Para ser más exactos, el 52% de los participantes en su estudio han descargado alguna ‘app’ por recomendación de amigos y familiares. Los anuncios de televisión solo influyen en el 22% de los casos.
Así, el gran reto de los responsables tecnológicos de una compañía pasa por lograr crear una aplicación que sea atractiva, fácil de usar y útil, lo que será clave para que los ‘early adopters’ la recomienden en su entorno. Con ello no solo se conseguirá dar a conocer la aplicación, sino que esta podrá llegar a ser una de las favoritas de los usuarios, garantizando así su supervivencia.
Los usuarios, los verdaderos expertos en aplicaciones, están deseando tener material nuevo y útil en las tiendas de ‘apps’. ¿A qué espera tu empresa para lanzar una?
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Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Japanexperterna.se (y 2) y Flurry.
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