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¿Qué ha sido de Godzilla? Auge y caída de los gigantes tecnológicos japoneses

Godzilla vuelve, ¿para marcharse de nuevo? (Foto: SebastianDooris, Flickr)

Lucía El Asri

Hiroshima. El trágico 1945 quedará grabado en el recuerdo de la humanidad. La naturaleza y la economía también tienen memoria, y sienten. Después de la bomba atómica, Japón logró salir del agujero. Se erigió como una de las grandes potencias electrónicas a nivel global, con un tesón que venía cultivando casi desde la Primera Guerra Mundial.

Años más tarde, Japón se sume en la oscuridad de nuevo. De sus modernas ciudades solo quedan las ruinas. El reflejo apagado de lo que hace un tiempo fue. Le falta el aire, se asfixia. Sus altos y tecnológicos edificios inundan la escena pero, ahora, están desplomados. Despojos del pasado, calles descoloridas y machacadas por el paso de un titán.

De la potencia electrónica no queda más que un espejismo dominado, de forma llamativa, por un gran cartel rojo donde puede leerse “Coca Cola”. El resto del paisaje solo inspira desolación. Teñido de un gris nublado que, tal vez, aún llora el desastre provocado por los monstruos.

La bestia tecnológica

Volvamos atrás en la historia. En la década de los 80, Japón era la cuna de la innovación tecnológica. Gracias a su insaciable trabajo y a su capacidad para imitar la tecnología occidental, logró alzarse como una potencia tecnológica mundial. El 'Godzilla' de la tecnología había llegado y miraba al mundo desde lo alto, con aires de superioridad.

Sony, Panasonic, Sharp y Nintendo dejaron constancia de ese imperio. A pesar de la bomba yanqui que asoló Hiroshima y Nagasaki, Japón consiguió aguantar el pulso con Estados Unidos. Ganó el primer asalto y sostuvo su victoria hasta hace, al menos, cinco años.

En sus orígenes, Sony ocupó uno de los edificios de Tokio que no habían sucumbido al desastre de la Segunda Guerra Mundial. Allí se gestaron sus mayores logros. Se convirtió, de esta forma, en el inventor de la grabadora de vídeo, del primer televisor con color, y del primer proyector de vídeo para pantallas de gran formato.

Con su 'Betamax' logró hacer frente a Philips. Pero son el Walkman y la PlayStation sus inventos más relevantes. Los que permitieron que su hegemonía se hiciera valer por todo el mundo, y que el país se reconstruyera a sí mismo a pesar de la guerra.

Mientras tanto, Sharp Corporation destacó por sus paneles solares y teléfonos móviles. De hecho, impulsó el primer terminal con cámara de fotos que salió al mercado. Panasonic, por su parte, nació fabricando lámparas, motores y planchas eléctricas. Más tarde se dedicó a suministrar radios y equipos tecnológicos, compró Sanyo, y arrasó con el VHS. Su éxito hizo posible la apertura de numerosas filiales a nivel global. Solo en 1989 daba trabajo a más de 300.000 personas en todo el mundo.

Estas compañías, junto con otras como Hitachi o Nintendo ­, fueron el Godzilla japonés. ¿Qué ha pasado con el monstruo?

“Estamos en una situación muy grave”

Volvemos al presente. Godzilla, hoy. “Estamos en una situación muy grave”, llegó a admitir el responsable financiero de Sony. Sus acciones en bolsa caían un 6.18%. A excepción de la PlayStation, sus productos no arrojan beneficios suficientes. De hecho, Sony Corp prevé una pérdida neta de 356 millones de euros para el próximo año.

Sharp, por su parte, ha visto reducidos los ingresos por la venta de sus pantallas LCD casi en dos millones de dólares entre 2011 y 2012. Tanto Sony como Sharp y Panasonic cerraron 2012 en números rojos.

Aunque Sharp y Panasonic empiezan a mostrar ciertos síntomas de recuperación eincluso, a mediados de 2013, Hitachi lograba salir a flote traes un año de fuertes caídas en varios sectores, los dirigentes de esta última lo tienen claro: “las compañías japonesas no tienen capacidad para participar en ella”.compañías japonesas no tienen

Asimismo, y aunque en 1992 Nintendo llegó a acaparar más del 90% del mercado 90% del mercadode videojuegos en Japón y hasta el 70% en EE.UU – y de que incluso se batió con Sony a principios de siglo para ocupar el primer lugar en el universo de las consolas -, la Wii U es un ejemplo de cómo una creación ha generado a la empresa más pérdidas de las que puede soportar. Con ella, Godzilla muere un poco más.

Alimento para los nuevos gigantes

Aunque la bestia que fue Japón se resiste a morir, por momentos parece no ser capaz de competir de forma activa con los nuevos gigantes, y se convierte en su presa. Esta imagen queda representada de forma fiel en la película de Warner. Estados Unidos recibe una llamada desde las islas niponas. Un LG de pantalla curva se ilumina y vibra al otro lado del océano. Es una llamada desesperada a la innovación.

Se abre así un nuevo escenario de lucha y competencia entre gigantes, que responde solo a la adaptación y a la necesidad de equilibrar el mercado, tal y como lo haría la propia naturaleza. Para eso vive Godzilla, al menos el de la película. Pero también el Godzilla metafórico dejó pasar la revolución tecnológica de principios de siglo por su incapacidad de adaptación y de innovación, por la crisis económica en Europa y la deflación en su propio país.

El primer causante de ese declive tiene nombre estadounidense. Apple domina ahora el cielo nipón, tal y como lo hace la bandera estadounidense en la película, representada por varios haces de luz rojiza pintados sobre un cielo azul cubierto de estrellas. La cuota de mercado de la firma de la manzana mordida se ha elevado en Japón hasta el 36.6% en 2014. Godzilla no fue ágil en innovación, y se quedó atrás. Junto con Apple, Samsung hoy se come su mercado.

Concretamente, ese declive viene marcado por el nacimiento del iPod y del MP3, que eclipsaron al Walkman de Sony. En un intento de competir, la empresa quiso desarrollar nuevos reproductores de música sin ningún resultado positivo: costaban más y eran menos eficientes que los de su rival americano.

El declive se acentúa cuando Godzilla no es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. La batalla que se libra en el ámbito de los teléfonos, las tabletas y las televisiones inteligentes se está saldando con una amplia victoria para compañías como Samsung, que se sitúa en lo más alto por cuota de mercado.

Además, Sony ha visto reducirse a gran velocidad la demanda reducirse a gran velocidad la demandade formatos físicos como su Blu-Ray (herido ya de muerte por el 'streaming'), y prevé pérdidas de 178 millones de euros por esta causa.

Sharp, por su parte, no ha podido competir en el mercado de las pantallas planas. “Esto plantea serias dudas sobre nuestra capacidad para continuar como empresa”, declaraba hace escasos meses su máximo responsable. En solo tres años, el mercado de las televisiones planas ha sucumbido al dominio coreano.

Panasonic tampoco ha sabido adaptar su producto al mercado de las televisiones, ha tenido falta de visión para entrar en sectores emergentes y, aunque se lanzó a principios de 2012 al mercado de los 'smartphones', lo hizo tarde. Sin duda, el crecimiento de Samsung y LG – un 319% respecto a hace un año -, ha sido a expensas del derrumbamiento del tricéfalo Godzilla: Sony, Sharp y Panasonic.

China, la nueva amenaza

Cuando Godzilla se durmió por última vez, no estaba solo. En las entrañas más radioactivas del interior de la Tierra, varias bestias se incubaban – literalmente – en sendos huevos. Bichos capaces de crecer alimentados por la falta de energía de Godzilla. Capaces, asimismo, de desplazarse en busca del alimento necesario para su desarrollo. Para hacerse grandes y poderosos y competir, También en el ámbito de la electrónica.

La metáfora, como probablemente habrás adivinado si has visto la película, relaciona en este caso a las empresas chinas con los monstruos a los que hace frente el titán japonés. Se han ido gestando durante años, incrementando poco a poco su capacidad para producir a gran escala, adaptándose con gran agilidad al entorno de competencia gracias a unos costes de producción muy bajos (fábricas en el propio país, mano de obra barata...)

Huawei y Lenovo son dos de estas empresas. Con productos de aparente gama baja, han sabido adaptarse a las innovaciones móviles, tanto en teléfonos como en tabletas. Ocupan respectivamente el tercer y cuarto puesto en cuota de mercado en el ámbito de la telefonía móvil, por detrás de Samsung y Apple, según las consultoras IDC y Strategy Analitics.

El caso de Lenovo, apenas conocida hace diez años, es especialmente llamativo. No solo se ha convertido en un gran competidor dispuesto a innovar, sino también en un titán de ojos rasgados dispuesto a comprar marcas tan histórica como IBM Thinkpad (en portátiles) o Motorola, con la que ha presentado ya su primer 'smartphone'.

Estas compañías ensombrecen la época dorada de Japón, traslando al plano empresarial a las diferencias étnicas y bélicas mantenidas durante años. Ni siquiera Samsung puede resistir su empuje, y pierde cuota de mercado por primera vez en los últimos cuatro años. Y no solo por tener que enfrentarse, una vez más, a Apple, sino también por tener que hacer frente a firmas como Huawei.firmas como Huawei.

¿El renacer de sus cenizas?

Godzilla es consciente de la agresividad de las otras bestias, pero no se rinde y lucha hasta el final para, al menos, tratar de restaurar el equilibrio. Del mismo modo, los gigantes japoneses de la electrónica se resisten a desaparecer. Sobreviven como las cucarachas que pueblan el perímetro de Hiroshima y Nagasaki. No hay ataque que pueda destruirlos, aunque corren el riesgo de pasar inadvertidos si siguen perdiendo tamaño.

Sony lleva desde 2012 tratando de enderezar su rumbo, centrada ahora en los negocios electrónicos, los televisores y en acelarar su maquinaria de innovación. Pero la realidad es que, hasta mediados de 2013, ganaba más dinero vendiendo seguros de vida vendiendo seguros de vidaque con la electrónica.

Sin embargo, su entrada en el sector de los 'smartphones' de la mano de Ericsson está dando resultados positivos. La gama Xperia ha sido bien recibida por el mercado, pero Fitch, la agencia de calificación, insiste: es hora de tomar decisiones díficiles, puesto que las acciones de la compañía volvieron a hundirse hace escasas semanas.

En un nuevo plan de reestructuración, la compañía nipona ha decidido deshacerse de su deficitaria filial de ordenadores personales Vaio, que registró el pasado año pérdidas de 661.157.000 euros. También ha anunciado que está estudiando la posibilidad de convertir su marca de televisores en una división independiente, algo que podría producirse en julio de este mismo año. ¿Su intención? Apostar decididamente por los dispositivos móviles.

Sharp también ha iniciado un proceso de reestructuración. A principios de 2013 se hablaba, incluso, de su posible compra por parte de Samsung, ya que la coreana poseía por aquel momento el 3.08% de la japonesa. Sin embargo, al finalizar el año, el fabricante japonés había obtenido un beneficio neto de 82 millones de euros, lo que significaba regresar a la senda de las ganancias por primera vez después de tres años.

¿Las causas de los nuevos beneficios de Sharp? El buen rendimiento de sus pantallas LCD de cristal líquido (incluso ha recibido peticiones de otros fabricantes); la buena aceptación de sus 'smartphones' con pantallas IGZOx3; y el éxito de sus equipos de energía solar, cuyas ventas han aumentado un 68% respecto al pasado año.

Bajo estas circunstancias, y después de tres años de pérdidas, Panasonic también ha lanzado un plan de administración plan de administraciónque se ha llevado por delante 73.000 puestos de trabajo. La idea es dividir sus negocios, eliminar aquellos que no sean rentables y hacer lo posible por crecer.

Los resultados financieros de 2013 han sido positivos, motivados por un aumento considerable del consumo de electrónica después de que el gobierno japonés anunciara una inminente subida de impuestos; y por su trabajo en el ámbito automovilístico. De hecho, ha firmado un contrato con Tesla Motors para suministrarles 2.000 millones de células de baterías hasta 2017.

Por otro lado, el próximo otoño verá la luz una nueva empresa creada por Panasonic y Fujitsu. La firma conjunta producirá chips de última generación para teléfonos móviles y electrodomésticos. Todo esto, unido a su intención de comercializar un invernadero automatizado para introducir productos de alta tecnología en el sector agrícola; a su participación en la creación de la infraestructura que posibilita que el mundial de Brasil cuente con acceso a la Red; y a la presentación de ‘Panasonic Toughpad 4k’, “la primera tablet de 20 pulgadas”, configura una estrategia con garantías para salir a flote.

Nintendo, mientras tanto, es optimista con respecto al futuro de sus productos. En relación con la Wii U, pretende sacar a la venta nuevos programas para aprovechar su mando con pantalla táctil. También espera que los juegos Mario Kart 8 y Super Smash Bros sean el motor que impulse las ventas de la videoconsola.

Por otro lado, la firma tiene intención de lanzar consolas específicas en ciertos mercados, como los emergentes, ofreciendo el mismo contenido pero a menor coste; y pondrá a la venta figuras coleccionables que podrán usarse en combinación con la Wii U y posteriores lanzamientos de la compañía.

Antes de volver a desaparecer, Godzilla se deja ver entre el humo negro de la escena. ¿Hay luz más allá de las tinieblas? En los mercados solo sobreviven los fuertes, los que se caen pero son capaces de levantarse, reponerse y adaptarse.

Sobrevivirá el que sea rápido y capaz de rectificar los errores antes que sus adversarios. Se trata, más que nunca, de un combate que se decidirá a favor del que pueda ofrecer más, mejor, antes, más barato, y de forma diferente. ¿Volverá pues Godzilla a ser un gigante tecnológico? Habrá de ser paciente. Las empresas japonesas deben esperar el momento oportuno para salir de nuevo del océano. ¿Tardarán en resurgir, como Godzilla, quince años?

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