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Memorizar números de teléfono es difícil: ¿qué tal si los cambiamos por dominios?

Adiós al número de teléfono, llegan los dominios para sustituírlos

Pilar Chacón

Uno de los dramas que más tememos cuando nos cambiamos de móvil es, sin duda, perder la agenda de contactos. Si nuestros números de teléfono se extravían, ¿cómo llamaremos a nuestro jefe? ¿Y a los amigos? ¿Y qué hay de la familia? “Por la familia no es necesario inquietarse”, pensarás. “Las madres siempre llaman antes”. Cierto. Sin embargo, el miedo a que se esfume persiste en la mayor parte de nosotros.

Tradicionalmente, la solución que hemos empleado para evitar que se produzcan estas situaciones consiste en almacenar todos los contactos en la memoria de la tarjeta SIM - aunque a veces no haya sido suficiente. Pero eso era antes: hoy en día todos los sistemas operativos para móviles sincronizan nuestras agendas con la 'nube' (si así lo deseamos) y aplicaciones como LinkedIn suman de forma automática a nuestras listas los números de nuestros amigos.

Más aún, la telefonía VoIP y los servicios de llamadas a través de internet ya forman parte de nuestro día a día comunicativo. Skype se ha convertido en la herramienta básica para mantener el contacto con los seres queridos que están lejos, y las conversaciones iniciadas en el ordenador con Hangouts continúan a través del 'smartphone'.

Y es en este contexto, con la comunicación invadiendo todo nuestro tiempo y espacio, donde nace Signal. Un protocolo que pretende acabar con el tradicional número de teléfono y situar, en su lugar, un dominio. ¡¿Cómo?! Sí, sí, un dominio como el de las páginas web. Y a él se incorporará el número de teléfono, la dirección de correo electrónico y otras formas de comunicación. Todo en el mismo sitio, para que no se pierda.

De acuerdo con sus desarrolladores, el protocolo Signal convierte el dominio en algo más que un nombre asignado a una dirección. Signal permite usar el dominio como si fuera una señal, de forma que facilita identificar a los usuarios e iniciar, mantener y finalizar llamadas.

Suena futurista, pero en realidad ya hay precedentes. El protocolo SIP o Protocolo de Inicio de Sesiones ya realiza tal función. Empleado en la tecnología WebRTC (Web de Comunicación en Tiempo Real, en español), permite hablar a través de Facebook o LinkedIn sin necesidad de marcar un número de teléfono.

La principal diferencia entre ambos protocolos radica en que la llamada se efectúa sin tener que recurrir a aplicaciones móviles ni a la WebRTC. Asimismo, Signal no requiere estar conectado a internet para poder realizar llamadas.

De hecho, los desarrolladores destacan que, ante un desastre que paralice la conexión a la Red, los teléfonos que contengan Signal podrán recuperar la agenda de contactos gracias a la búsqueda de unas torres llamadas ‘Afternet’.

¿Los teléfonos que contenga Signal? Sí. Para poder llamar utilizando un dominio y no un número de teléfono, la persona con la que vas a contactar debe emplear el protocolo Signal. Es decir, necesita tener ella también uno de los dominios de esta red.

No obstante, si juega bien sus cartas, Signal puede hacer muchos amigos. Su principal competidor, WebRTC, es a día de hoy el rey de las llamadas VoIP. Esta tecnología hace posible que los navegadores establezcan conversaciones en tiempo real sin necesidad de instalar 'plugins' o programas. Sin embargo, le resulta complicado que navegadores diferentes puedan comunicarse entre sí. Es decir, un usuario que emplee Google Chrome no puede hablar con otro que utilice Firefox, a pesar de que ambos admitan la tecnología WebRTC.

Microsoft suele servirse de esta disfunción para tratar de convencer a la W3C (Consorcio de la World Wide Web) y al IETF (Grupo de Trabajo de Ingeniería en Internet) – los desarrolladores de la WebRTC -, para que integren las características de su tecnología CU-RTC-Web y así solucionen el problema.

Por otro lado, la existencia de las aplicaciones OTT ('Over The Top'), como Skype, ha provocado los recelos de las operadoras de telefonía. Todas ellas observan cómo su labor se ha reducido a la mera distribución de red.

Que Microsoft y las compañías de telefonía aprovechen Signal es algo que aún no podemos saber. Tampoco podemos predecir si, al final, los dominios conseguirán sustituir a los números de teléfono. Lo que no debemos dudar es que, algún día, dejaremos de tener miedo a perder nuestra agenda. Y será en ese momento cuando echemos de menos la paz que proporciona estar incomunicado.

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