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La presidenta del Govern balear, la popular Marga Prohens, ha manifestado que la derogación de la ley de memoria democrática “nunca ha sido una prioridad” para el PP, respondiendo así a las preguntas de Vox acerca de si el Ejecutivo autonómico tiene intención de suprimir la normativa a cambio de que la extrema derecha preste su apoyo a los futuros Presupuestos de 2025, en suspenso desde finales del año pasado.
“Como sabe, la ley de memoria tiene cosas que nos gustan y cosas que no”, ha remarcado la líder balear, durante el pleno del Parlament de este martes, en respuesta a las preguntas de la portavoz de Vox, Manuela Cañadas. Tal como ha subrayado Prohens, para el Govern “lo importante” es mantener la conocida como ley de fosas, “que habla de todas las víctimas y permite que se les dé sepultura digna”. La presidenta ha emplazado a Vox a continuar negociando al margen de esta ley “en beneficio de los ciudadanos”.
Por su parte, Cañellas ha calificado la normativa de “revanchista” y ha lamentado que los conservadores “prefirieron ceder y olvidar su compromiso con los votantes y con Vox” cuando, el pasado mes de diciembre, los populares facilitaron, con su abstención, la vigencia de esta ley a raíz de un insólito pacto alcanzado previamente con las formaciones de izquierdas. No fue gratuito: a cambio de no eliminar la normativa, la oposición posibilitó en el mismo pleno la eliminación de 34 enmiendas que Vox había presentado al Decreto Ley autonómico de simplificación administrativa del PP, que los de Prohens habían incorporado por error dos semanas antes.
“Feijóo dice que proclamará la derogación de todas las leyes de la izquierda si algún día gobierna. Rajoy también lo dijo, pero no derogó ni una. La de memoria es una ley que insulta nuestra reconciliación, nuestra Transición y la memoria de quienes lucbharon para que tengamos la democracia de hoy”, ha espetado, recriminando que los partidos de izquierdas “enfrentan y destruyen”.
Durante la pasada semana, Vox reactivó su ofensiva contra la ley balear de memoria exigiendo su derogación como condición para respaldar las cuentas autonómicas de este año. La formación de extrema derecha tumbó en diciembre el proyecto de presupuestos tras no ver atendidas las condiciones que imponía -entre ellas, la eliminación del catalán como lengua vehicular en la educación pública de las islas-, lo que abocó a Prohens a retirar finalmente el borrador en medio de la mayor crisis abierta hasta entonces con sus socios de investidura. Ahora, el restablecimiento de las relaciones entre PP y Vox ha llevado a los de Santiago Abascal a redoblar su presión sobre el Ejecutivo popular, recordándole que gobierna en minoría.