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Por qué Chile no logra controlar el virus pese a la vacunación: hastío de la población, incumplimiento de medidas y una vacuna china menos eficaz

Locales comerciales cerrados, en Santiago de Chile.

Meritxell Freixas

Santiago de Chile —

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Se respira cierto aire de desánimo en Chile, una suerte de abatimiento provocado por la sensación de que, a pesar de los avances en la campaña de vacunación, el país no encuentra la fórmula para controlar la tercera ola de la pandemia.

Aunque prácticamente todo el país sigue confinado y algunas zonas cumplen cuarentenas de fin de semana, los contagios siguen muy altos y las muertes superan las 100 diarias, como ocurría en la primera etapa de la emergencia sanitaria. 

Según los últimos datos del Ministerio de Salud, durante la última semana los nuevos contagios diarios han oscilado entre los 5.000 y los casi 7.000, y la incidencia acumulada de los últimos 14 días ha girado en torno a los 457 y 497 casos confirmados por 100.000 habitantes. La capacidad hospitalaria continúa en niveles críticos, con una ocupación UCI que al 15 de junio alcanzaba el 96,3%.

Hace dos semanas, el Gobierno chileno confinó por completo toda la Región Metropolitana. Era la tercera vez que se adoptaba esta medida desde el estallido de la crisis sanitaria. Ahora, considerando que desde el inicio de la segunda ola chilena algunas comunas (barrios) llevan ya más de 90 días cerradas, las autoridades decidieron flexibilizar algunas restricciones a pesar de que sus tasas de incidencia son más altas que cuando entraron en cuarentena.

La otra cara de la pandemia, que tiene que ver con los avances de la campaña de inoculación, es mucho más alentadora. Hasta ahora, más del 50% de la población está completamente vacunada (en España, ese porcentaje el 32%). Las inyecciones se han administrado a todas las franjas de edad a partir de los 18 años y este martes empezaron a inmunizar también a los menores. 

Sinovac, poco efectiva para frenar contagios

A finales de mayo, el doctor de la Universidad de Chile Juan Carlos Said publicó una columna en el medio de investigación Ciper titulada La Sinovac no es suficiente. Fue de las primeras voces que expresaron públicamente y sin tapujos por qué a pesar de los avances en la vacunación, no bajan los casos de COVID-19 en Chile. El doctor esgrimía que la vacuna china Sinovac-CoronaVac es “poco efectiva” para cortar la circulación del virus, no así para “reducir el número de hospitalizados”.

“Si comparamos las tasas de vacunación de Chile con las de otros países exitosos como Israel, algunos estados de Estados Unidos o incluso Francia, los resultados han sido distintos y, en eso, la efectividad para cortar los contagios puede ser uno de los factores”, explica el secretario nacional del Colegio Médico de Chile, José Miguel Bernucci. “La Sinovac es una buena vacuna para disminuir el riesgo de muertes, la gravedad de la enfermedad y la necesidad de cuidados intensivos, pero no es tan efectiva en cortar la transmisión”, coincide la vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), Claudia Cortés. 

El aumento en el número de casos también tiene que ver con otros factores: “Hay una relajación, una fatiga pandémica y una disminución del autocuidado; las aglomeraciones siguen presentes, no hay fiscalización de las medidas sanitarias y, mientras hay variantes nuevas circulando, las fronteras no están del todo cerradas”, añade la doctora.

Los estudios de secuenciación genómica del Instituto de Salud Pública (ISP) han demostrado que, desde el verano hasta ahora, la variante gamma, detectada por primera vez en Brasil, es la que predomina en el país. Se trata de una variante doblemente contagiosa respecto al virus original y, según Bernucci, “se ha transmitido con mayor velocidad y gravedad en personas jóvenes que son, justamente, la masa que no está vacunada”. Si bien hay una gran bolsa de población vacunada, “todavía quedan 10 millones de personas sin inmunidad completa y eso es mucho si consideramos que los otros 10 millones [ya vacunados] también pueden transmitir el virus”, comenta el doctor. 

Aunque los cálculos iniciales del Gobierno de Sebastián Piñera apuntaban a alcanzar la inmunidad de grupo con el 80% de la población objetivo vacunada, los expertos ahora ya miran hacia otro horizonte: “Habrá que esperar a estar más cerca del 100% de la población total (menores de edad incluidos) para llegar a la inmunidad”, pronostica Bernucci.

Otro cambio que las autoridades también han empezado a considerar en los últimos días es la posibilidad de administrar una tercera dosis a quienes han sido inoculados con la vacuna china. “Las primeras personas que se vacunaron con Sinovac en febrero recibieron la segunda dosis en marzo, según los resultados que veremos en julio, podríamos requerir una tercera dosis en septiembre”, dice la subsecretaria de Salud, Paula Daza.

Suben los ingresos de mayores de 70 años

En el último mes, el porcentaje que representan las personas mayores sobre el total de ingresos en UCI pasó de un 10% a un 15%. Este es otro de los efectos del recrudecimiento de la pandemia que preocupa al personal de salud.

“Una posibilidad es que los adultos mayores a veces reciben el virus de gente más joven que participa en fiestas y contagia a su padre, madre o abuelo”, señaló el ministro de Salud, Enrique Paris.

Un estudio preliminar elaborado por un grupo de investigadores de distintas universidades de Brasil, España y EEUU y que midió la efectividad de la CoronaVac (Sinovac) contra esa variante en adultos mayores concluyó que la eficacia general de la vacuna china es de un 42% en los mayores de 70 años. Por tramos, entre los 70 y lo 74 es cuando se alcanza la mayor protección, con un 62%; entre 75 y 79 se registra un 49%, y un 28% con los mayores de 80 años. 

“Aunque las personas mayores fueron las primeras en vacunarse, entre el 10% y el 15% de la gente (y en algunas edades incluso el 20%) no se ha vacunado”, recuerda Bernucci. Según cifras dadas a conocer por el presidente, hasta ahora en Chile se contabilizaron cerca de dos millones de personas rezagadas, es decir, que pudieron haberse vacunado, pero no lo hicieron.

Claudia Cortés recuerda que el sistema inmunológico va envejeciendo con la edad y la respuesta a las vacunas en las personas mayores es más débil. Bernucci precisa también que la relación causa-efecto es compleja de establecer porque “uno puede pensar que si la persona no hubiese recibido la vacuna, ya habría fallecido porque esta siempre baja la escala de gravedad de la enfermedad”. 

Compra de vacunas para el próximo año

Esta semana el Ministerio de Salud pretende modificar el plan “Paso a Paso”, que ha guiado la flexibilización de medidas (o su endurecimiento) desde el inicio de la desescalada, a principios de la primavera austral. Una decisión que las autoridades han tomado empujadas por el Colegio Médico, que hace pocos días presentó una propuesta para hacer frente a una crisis que el país no logra controlar.

Algunas de sus sugerencias serán incluidas en la nueva estrategia del Gobierno, como la apertura de los colegios a pesar de que se encuentren en comunas confinadas. Según datos de la Unesco, Chile está entre los 20 países del mundo que más tiempo han mantenido cerrados los colegios (14 semanas son con cierre total y 39 con parcial). En Sudamérica solo lo superan Bolivia y Argentina y está igualado con Brasil.

Por otro lado, el Ejecutivo ya ha empezado a negociar la compra de millones de nuevas dosis de cara al próximo año. El doctor Said recomendaba en su columna “incorporar en mayor medida vacunas más eficaces: Pfizer, Moderna o Sputnik” para las próximas campañas de inoculación. Un consejo que comparten los expertos y que tendrá que escuchar el presidente y sus asesores de cara a esa negociación. 

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