EE UU decide sobre la primera restricción a la vigilancia de ciudadanos en décadas
El Senado de EE UU vota este martes la ley USA Freedom [libertad para EE UU]. Si sale adelante, será la primera vez en décadas que se ajusten un poco las riendas a la vigilancia de ciudadanos por parte del Gobierno estadounidense. La ley prevé que los datos que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) obtiene y almacena de las llamadas telefónicas entre particulares no sigan depositados en los ficheros gubernamentales.
Como el domingo pasado los senadores no acordaron ampliar el plazo de la cobertura legal para este almacenamiento, la NSA está al borde de perder capacidad de espionaje por primera vez desde los años 70 del siglo XX. Los métodos de ciberespionaje de esta organización norteamericana salieron a la luz mediante las filtraciones de uno de sus ex analistas, Edward Snowden –exliado en Rusia–. Sin embargo, la proposición sobre la que deciden este martes no cuestiona la capacidad de la NSA para espiar. Incide en el mantenimiento de la información obtenida mediante su espionaje de las conversaciones privadas de los ciudadanos.
Periodo de transición
La USA Freedom no es radical. Incluso da seis meses de plazo transitorio para aplicarse durante los cuales el programa de almacenamiento de datos de la NSA puede seguir activo. El articulado ya fue aprobado por la otra cámara legislativa estadounidense, el Congreso. En su informe sobre la ley, titulado Unir y reforzar EE UU completando los derechos y asegurando una disciplina efectiva sobre el sistema de vigilancia, se recogía que “el presidente [el demócrata Barack Obama] anunció que el Gobierno no debía continuar almacenando metadatos telefónicos y que deberían ser las compañías telefónicas las que lo hicieran por el mismo tiempo que se almacenan en el curso normal de su negocio”. La ley fue presentada por un miembro del Partido Republicano (James Sensenbrenner).