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El Senado de EEUU encuentra vínculos entre un oficial de inteligencia ruso y el jefe de campaña de Trump en 2016

El Senado de EE.UU. halla lazos entre Rusia y el jefe de campaña de Trump en 2016

elDiario.es / EFE

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El Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, de mayoría republicana, ha publicado este martes un informe que da cuenta de los contactos que mantuvo Paul Manafort, el que fuera jefe de campaña del presidente Donald Trump en 2016, con un oficial de inteligencia ruso.

En un informe de cerca de 1.000 páginas y difundido cuando faltan menos de 100 días para las próximas elecciones de noviembre, el Comité se ha referido a los hallazgos de una investigación desarrollada durante los últimos tres años sobre la posible interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, en las que se impuso el actual gobernante, Donald Trump. El documento presenta una impresionante red de contactos entre Trump, sus principales asesores electorales y funcionarios del gobierno ruso en los meses previos a las elecciones de 2016.

La investigación no apunta hacia la participación de la campaña de Trump en una posible conspiración junto al Gobierno ruso, pero sí advierte sobre el peligro que esos acercamientos supusieron para la seguridad del país. También detalla los contactos entre Konstantin Kilimnik, considerado un “oficial de inteligencia ruso”, y Manafort, quien permanece en detención domiciliaria por razones de salud después de haber sido condenado a siete años de prisión por evasión de impuestos y conspiración.

La investigación identifica a Kilimnik como un oficial de inteligencia ruso empleado por el GRU, la agencia de inteligencia militar detrás del envenenamiento en 2018 del agente doble ruso Sergei Skripal. Algunas evidencias incluidas vinculan a Kilimnik con el hackeo de correos electrónicos del Partido Demócrata por parte del GRU .

Kilimnik trabajó durante más de una década en Ucrania con Paul Manafort, director de campaña de Trump. En 2016, Manafort se reunió con Kilimnik, discutió cómo Trump podría vencer a Hillary Clinton y le dio al espía ruso datos de encuestas internas. El comité dijo que no podía “determinar de manera confiable” por qué Manafort entregó esta información o qué hizo exactamente Kilimnik con ella.

“El Comité determinó que la presencia de Manafort en la campaña y su proximidad a Trump creaban oportunidades para que los servicios de inteligencia rusos ejercieran influencia sobre la campaña de Trump y adquirieran información confidencial sobre ella”, indica el documento, el quinto volumen de la pesquisa liderada por los senadores. El informe califica a Kilimnik como parte de “un grupo de individuos que aparentemente operan fuera del gobierno ruso pero que, sin embargo, implementan operaciones de influencia dirigidas por el Kremlin”.

“El acceso de alto nivel de Manafort -añade el informe- y su voluntad de compartir información con personas estrechamente vinculadas a los servicios de inteligencia rusos (…) representaron una grave amenaza de contrainteligencia”.

El grupo del Senado ha afirmado que su búsqueda se vio obstaculizada por el hecho de que Kilimnik y Manafort mantuvieron en secreto sus comunicaciones. Usaron teléfonos de grabación, servicios de chat encriptados y cuentas de correo electrónico que cambiaban con frecuencia. También enviaron mensajes a través de un borrador de correo electrónico compartido. Además, el comité determinó que la existencia de un cuadro de asesores informales del equipo de transición de Trump “presentaba blancos atractivos para la influencia extranjera”.

El senador republicano Richard Burr, quien lideró ese panel del Senado hasta mayo pasado, indicó que “uno de los hallazgos más importantes -y pasado por alto- del Comité es que gran parte de las actividades de Rusia no estaban relacionadas con producir un resultado electoral específico”, sino que buscaba “socavar” la fe en el proceso democrático.

“Su objetivo es sembrar el caos, la discordia y la desconfianza. Sus esfuerzos no se limitan a las elecciones. La amenaza continúa”, agregó Burr al resaltar en un comunicado la publicación del capítulo final de la investigación, titulado “Amenazas y vulnerabilidades de la contrainteligencia”.

También el senador republicano Marco Rubio, quien preside interinamente ese comité, se refirió a los hallazgos, y subrayó que no encontraron “ninguna evidencia de que Donald Trump o su campaña confabularan con Rusia para inmiscuirse” en las elecciones de 2016 y advirtió de los “errores preocupantes” cometidos por el FBI y de Rusia “sigue entrometiéndose”.

Ya en octubre del año pasado, ese comité había publicado un informe en el que concluía que la campaña rusa en internet previa a las elecciones de 2016 perjudicó a la excandidata demócrata Hillary Clinton e impulsó a Trump.

Una nueva encuesta publicada por el Pew Research Center este martes señala que el 75% de los estadounidenses cree que Rusia u otra potencia extranjera interferirá en las elecciones de noviembre, y un porcentaje cada vez menor (47% en comparación con el 55% de hace dos años) confía en que la Administración hará “esfuerzos serios” para proteger las elecciones de piratería informática y otras amenazas externas.Trump ha cuestionado los hallazgos de la Inteligencia estadounidense de que las elecciones de 2016 fueron objeto de manipulación por parte de Rusia.

La Agencia de Investigación de Internet rusa (IRA) ya ha sido sancionada por el Tesoro estadounidense, el Departamento de Estado y acusada formalmente por la Justicia de haber intentado interferir en los comicios presidenciales de 2016 y en las elecciones legislativas de 2018, en las que se decidieron la totalidad de los representantes de la Cámara Baja y un tercio del Senado.

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