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Quién es y qué hizo Maxim Kuzmínov, el piloto ruso muerto en España que desertó llevándose un helicóptero a Ucrania

Captura del vídeo en la que Maxim Kuzmínov cuenta cómo desertó

Icíar Gutiérrez

20 de febrero de 2024 14:41 h

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El pasado 23 de agosto, una noticia comenzó a circular en los medios ucranianos: un helicóptero Mi-8 de las fuerzas armadas rusas había aterrizado en el país invadido por Vladímir Putin como resultado de una operación especial de la dirección principal de inteligencia de Kiev.

El elaborado operativo “Sinytsia”, explicaron fuentes de inteligencia de alto perfil a la prensa, había durado más de seis meses, durante los cuales convencieron al piloto de que cooperara y llevara el helicóptero a Ucrania. La tripulación volaba entre dos bases aéreas y se suponía que iban a transportar piezas para cazas. Aterrizó en la región de Járkov. Además del piloto, a bordo iban otros dos miembros de la tripulación que no sabían dónde volaba realmente el helicóptero y fueron “eliminados”, según informó el diario Ukrainska Pravda. “La aeronave se desplazó de acuerdo con el plan”, declaró el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andriy Yusov. 

A diferencia de sus compañeros, aquel piloto permaneció en Ucrania. Su nombre, según se supo más tarde, era Maxim Kuzmínov, tenía 28 años y servía en el 319º Regimiento de Helicópteros de la fuerza Aérea rusa. Ahora, el desertor ha vuelto a ser noticia: fue asesinado a tiros el pasado 13 de febrero en el garaje de una urbanización de La Vila Joiosa (Alicante), según han confirmado a EFE fuentes próximas a la investigación. Aunque la documentación que se encontró del fallecido en La Vila Joiosa no corresponde con la de Kuzmínov, porque acreditaba que era de un individuo de 33 años de nacionalidad ucraniana, las fuentes consultadas por EFE han aclarado que se trata del piloto.

Cómo fue la operación

Kuzmínov apareció en septiembre pasado en una rueda de prensa en Kiev, flanqueado por dos militares ucranianos uniformados. Según explicó, desertó porque “no quería contribuir” a los crímenes cometidos por las fuerzas rusas en Ucrania. Subrayó que sus padres apoyaron sus planes y se unieron a él en territorio ucraniano. Tampoco descartó mudarse con ellos a un país europeo: “Definitivamente lo pensaré. De hecho, hay muchos caminos abiertos”. Este martes, Ukrainska Pravda cita una fuente de la inteligencia militar ucraniana que dice que el piloto “decidió trasladarse a España en lugar de quedarse aquí”.

De acuerdo con su relato, despegó del aeródromo de Kursk hacia la región de Járkov, a unos 20 kilómetros y dijo que, al cruzar la frontera, el helicóptero fue objeto de disparos, y él resultó herido. “En cuanto a quién disparaba, no puedo asegurarlo, pero sospecho que era el bando ruso. Fui herido en una pierna por disparos de armas ligeras. Volé unos 20 kilómetros y luego aterricé”, dijo. También contó que había intentado tranquilizar a sus dos compañeros pilotos pero, dijo, “empezaron a asustarse y a comportarse de manera agresiva y finalmente salieron corriendo del helicóptero”. Según indicó, iban desarmados.

En aquella rueda de prensa aseguró que él solo había llevado a cabo operaciones de transporte para trasladar personal militar o carga, no bombardeos, y explicó que estuvo en Mariúpol y Berdiansk, ambas ocupadas por las tropas rusas en el sureste de Ucrania. También dijo que se planteaba incorporarse a la aviación ucraniana.

En un documental emitido en septiembre en televisión, el joven piloto compartió más detalles de su deserción: contó que él mismo se había puesto en contacto con la parte ucraniana –al parecer les escribió hacia finales de 2022 por un chat cifrado en Telegram– y dijo que le ofrecieron protección, dinero y nuevos documentos. Según explicaron las autoridades ucranianas, le concedieron una recompensa de medio millón de dólares.

“Me puse en contacto con la inteligencia ucraniana, expliqué mi situación y me ofrecieron lo siguiente: 'Hagámoslo; garantizamos tu seguridad, garantizamos los nuevos documentos y garantizamos una compensación económica, una recompensa'. Hablamos estos detalles y empezamos a planear mi vuelo”, dijo. Según su relato, tomó la decisión final mientras volaba en las proximidades de la frontera el 9 de agosto y luego llevó el helicóptero a a una altitud extremadamente baja. “Me di cuenta de que estaba cerca de la frontera. Les comuniqué mi ubicación y les dije: 'Vamos a intentarlo; no estoy lejos'. Y tomé mi decisión final, crucé la frontera a una altitud extremadamente baja y la radio en modo silencio. Nadie sabía lo que me estaba pasando. Nadie entendió lo que había pasado durante tres o cuatro días. Terminé el vuelo: fue un éxito, aterricé, me recibieron, hablaron conmigo y me explicaron mi situación”.

Según el documental, Kuzmínov proporcionó “información muy valiosa sobre los aviones, los sistemas de comunicación y la red de bases aéreas del Ejército ruso”. El joven militar pidió a otros pilotos que desertaran a Ucrania. “Si haces lo que yo he hecho, una acción como ésta, no te arrepentirás en absoluto. Se te proporcionará todo lo que necesites para el resto de tu vida. Te ofrecerán trabajo en todas partes, no importa lo que quieras hacer”.

Acusado de “traidor” en Rusia

En Rusia, el Comité de Instrucción militar incoó una causa por “traición” contra Kuzmínov y los familiares de sus dos compañeros que fueron asesinados tras el aterrizaje en Ucrania pidieron que pagara con su vida por lo que hizo. “Si Maxim realmente hizo lo que hizo, espero que lo encuentren y lo maten”, dijo la esposa de uno de los navegantes del helicóptero, citada por la televisión rusa. Los compañeros de tripulación de Kuzmínov fueron condecorados post mortem por las autoridades rusas.

La muerte del piloto fue confirmada este lunes por Andrí Yusov, quien indicó a la prensa que se puede “confirmar el hecho de la muerte”, aunque no mencionó el lugar en el que fue encontrado. El jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, ha asegurado este martes que Kuzmínov era un “traidor”. “Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen”, ha dicho Narishkin, según informa la agencia oficial rusa RIA Nóvosti. Narishkin ha añadido: “En Rusia se suele decir: sobre los muertos o se habla bien o no se habla”.

El piloto se graduó de la Escuela de Aviación de Sizran, en el sur de Rusia, según la agencia EFE. Fue destinado a servir en el Lejano Oriente ruso, donde entre sus compañeros tenía fama de ser una “persona tranquila” y pedir “trabajo pacífico”, operaciones de carga que no tuvieran que ver con misiones militares, de acuerdo con el canal de Telegram ruso Baza.

Sus amigos dicen que Kuzmínov tenía “miedo a morir en la guerra” y quería dejar el Ejército incluso antes del comienzo de la invasión de Ucrania, pero “no le dejaban”. Le aterrorizaba la idea de ser capturado en Ucrania. Los compañeros del piloto aseguran que su novia, que no estaba al tanto de sus planes, se quedó en Vladivostok, en el extremo oriente ruso. De acuerdo con Baza, la madre de Kuzmínov también habría abandonado Rusia antes de que su hijo desertara a Ucrania con su helicóptero.

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