Los hondureños toman las calles para exigir la renuncia de su presidente acusado de vínculos con el narcotráfico
Miles de manifestantes han salido este miércoles a las principales calles de Honduras para exigir la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, en el segundo día de protestas en la nación centroamericana sumergida en una crisis política y social.
La Plataforma para la Defensa de la Salud, una organización que aglutina a un sector de médicos y maestros, y los partidos de oposición lideraron la protesta, cuyo objetivo es sacar a Hernández del poder. Los manifestantes, muchos de ellos simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), partido opositor cuyo coordinador es el expresidente Manuel Zelaya –derrocado por un golpe en 2009–, estuvieron protestando en un bulevar donde ocuparon los dos carriles, según constató Efe. Llevaban banderas con el azul y blanco del país, además del rojo y negro del partido Libre, y portaban carteles con la frase “Fuera JOH” (Juan Orlando Hernández)
El mandatario hondureño ha sido señalado por la Fiscalía del distrito sur de Nueva York en una presunta conspiración para usar dinero del narcotráfico con el fin de mantenerse en el poder, lo que Hernández ha rechazado y ha atribuido a “un ataque con afán de venganza” por parte de los narcotraficantes de su país.
Ligia Ramos, de la Plataforma, ha exigido, como muchos de los manifestantes, que Hernández deje el poder y ha asegurado a periodistas que las protestas continuarán hasta lograr ese objetivo. “Todos los (ciudadanos) están conscientes de que este Gobierno corrupto y ligado con el narcotráfico no nos va a resolver los problemas del país”, ha subrayado Ramos, quien pidió a los hondureños unirse a la lucha.
La Fiscalía de Nueva York no identifica a Hernández por nombre ni ha presentado acusaciones en su contra, pero en el documento se alude al conspirador CC-4, identificado como hermano del hondureño Juan Antonio “Tony” Hernández, y que el CC-4 fue “elegido presidente de Honduras a fines de 2013”. Según el documento, se destinaron 1,5 millones de dólares para sobornos en apoyo a la campaña de Hernández y que se compraron regalos y favores a políticos locales a cambio de protección.
El documento de la Fiscalía también involucra a otros políticos hondureños, a quienes no menciona por nombre pero que los medios han identificado, como el conspirador CC-3, el expresidente Porfirio Lobo (2010-2014).
Bombas lacrimógenas contra los manifestantes
En las inmediaciones de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, los manifestantes obligaron a un camión de carga a descargar varios metros cúbicos de tierra para hacer una barricada en uno de los carriles del bulevar, donde además quemaron neumáticos. Los policías intentaron contener las protestas pero fueron recibidos a pedradas por los manifestantes, por lo que respondieron disparando gases lacrimógenos y con agua a presión.
Por otro extremo del mismo bulevar, cientos de manifestantes marcharon de forma pacífica hasta las inmediaciones de la Casa Presidencial, que permanece custodiada por un fuerte contingente de las fuerzas de seguridad.
Otro grupo de manifestantes, la mayoría con el rostro cubierto, bloquearon el bulevar que cruza frente a la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en Tegucigalpa. Impidieron el libre tránsito de vehículos por la zona, en protesta por el ataque de este martes a universitarios en San Pedro Sula, ciudad norteña del país, por fuerzas de seguridad.
En un comunicado, la UNAH ha condenado “enérgicamente la agresión” de elementos de la Policía Militar de Orden Público y la Policía Nacional a estudiantes cuando protestaban de manera “pacífica” en el centro universitario de San Pedro Sula, donde hoy cientos de universitarios también han salido a las calles en protesta por este hecho.
De acuerdo con un vídeo divulgado en redes sociales, los policías intimidaron a un grupo de estudiantes a inmediaciones del centro universitario y lanzaron una bomba lacrimógena a un autobús en el que viajaban varios universitarios.
La UNAH ha calificado de “condenable” la agresión que sufrió el camarógrafo Carlos Castillo, que trabaja en el Canal 11 de la televisión local, quien fue atacado anoche por policías cuando cubría la protesta de los estudiantes en San Pedro Sula. “Como autoridades hemos denunciado y nuevamente rechazamos y consideramos inadmisible el uso excesivo y abusivo de la fuerza policial y militar”, señalan las autoridades universitarias.
Periodistas hondureños también salieron a las calles para exigir respeto a su trabajo y un alto a la violencia contra los comunicadores sociales tras la agresión contra Castillo. En Tegucigalpa la concentración, denominada de “Micrófonos caídos”, se llevó a cabo en las afueras de Casa Presidencial, mientras que en San Pedro Sula empleados de diferentes medios de comunicación se apostaron frente a la sede de la Policía Nacional y colocaron sus equipos de trabajo en la calle en protesta.
La Secretaría de Seguridad de Honduras anunció la apertura de una investigación para depurar responsabilidades a los agentes que participaron en las agresiones.
