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Un millón de casos en África, alerta sobre una “catástrofe” educativa y miedo al rebrote en Grecia: un vistazo a la semana que deja la COVID-19

Una pareja pasea en el puerto de la isla griega de Hydra.

Icíar Gutiérrez

7 de agosto de 2020 21:37 h

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África ha superado esta semana el millón de casos de COVID-19. India, los dos millones. Filipinas ha devuelto al confinamiento a millones de personas y Australia ha tenido que endurecer una vez más medidas en Melbourne para controlar la transmisión. En Europa, los casos siguen en aumento en muchos países. En Grecia, uno de los que menos ha registrado, se están contabilizando cifras que no se veían desde abril. Pero si hay aún un epicentro claro de la pandemia, ese continúa siendo el continente americano.

Te resumimos lo más destacado de la semana:

Más de un millón de personas se han contagiado con coronavirus en África. Es el doble que hace solo un mes. Según las cifras de los CDC africanos a 6 de agosto, el continente contabiliza ya 1.007.366 de casos –casi 700.000 de ellos recuperados– y más de 22.000 muertes. África, ha explicado la Organización Mundial de la Salud (OMS), atraviesa en estos momentos un punto de inflexión, con el virus se extendiéndose fuera las principales ciudades y propagándose a zonas remotas. “El momento de actuar es ahora”, recalcan de la agencia de Naciones Unidas, para evitar que la COVID-19 cobre impulso.

Preocupa también que las cifras oficiales representen solo una parte de las personas afectadas por el virus en el continente. “La falta de pruebas está dando lugar a que no se comuniquen todos los casos de COVID-19 y nos impide comprender el panorama completo de la pandemia en África”, ha dicho esta semana Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS. “Tenemos que darle la vuelta a esto para que los países puedan calibrar su respuesta, asegurándose de que sea la más eficaz, y a medida que los casos se desplazan hacia el interior, las pruebas deben descentralizarse de las capitales”. Las pruebas siguen siendo escasas en África en comparación con los puntos de referencia mundiales, pero la capacidad se ha ampliado “considerablemente” desde que comenzó la epidemia, indica la OMS. 11 países están efectuando ahora más de 100 test por cada 10.000 habitantes, en comparación con solo seis hace un mes. En julio, el número total de pruebas realizadas subió un 40% respecto al mes anterior. 

Nigeria, Ghana, Argelia y Egipto concentran un buen número de casos, pero el gran epicentro, con más de la mitad de las infecciones de todo el continente, sigue siendo Sudáfrica, el quinto país con más contagios del mundo. Su curva de contagios, sin embargo, mantiene una tendencia a la baja. “Es muy posible que superemos el pico en algún momento hacia finales de agosto. Pero si no insistimos en el distanciamiento y el uso de mascarillas podemos tener una segunda ola”, ha dicho el ministro de Sanidad.

Desde una perspectiva regional de la evolución de la pandemia, según el análisis de elDiario.es, África en su conjunto es la que menos casos nuevos diarios está contabilizando, menos de 15.000 en estos momentos. En los últimos días ha sido superada por Europa, con alrededor de 19.000 contagios nuevos este 6 de agosto. Muchos países europeos siguen experimentando incrementos en sus curvas sobre la semana anterior. Alemania, Bélgica o Polonia son algunos de ellos, aunque el crecimiento está siendo más fuerte en –además de España– Países Bajos o Francia. En el país galo, donde se están sumando una media de más de 1.100 positivos nuevos al día, el comité científico que asesora al Gobierno considera que la situación epidemiológica es “frágil” y cree que se puede “pasar en cualquier momento a un escenario menos controlado como en España por ejemplo”.

Los contagios han subido también significativamente esta semana en Grecia, aunque el volumen de casos nuevos es relativamente bajo si se compara con otros países socios de la UE, alrededor de 100 infecciones de media en los últimos días. El país heleno es uno de los Estados europeos que menos golpeados se han visto por la pandemia hasta el momento, con algo más de 5.000 positivos en total desde el inicio de la crisis. Sin embargo, los balances arrojan cifras que Grecia no notificaba desde abril. El reciente repunte ha llevado a las autoridades a introducir medidas como mascarillas obligatorias en espacios cerrados y en las cubiertas de los ferris. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha atribuido el abrupto aumento en las estadísticas a la “complacencia”, asegurando que se debe principalmente a la relajación hacia las medidas de cumplimiento dentro de nuestro país en julio. “El incremento es algo que nos inquieta y preocupa”, ha dicho. En plena temporada alta para el turismo, el primer ministro ha asegurado que solo el 10% de los casos son importados. “La mayoría en este momento son nacionales”. El Gobierno heleno ha recibido críticas de quienes piensan que se ha dado prioridad al turismo y la economía frente a la salud. Para los epidemiólogos, los próximos días pueden convertirse en un punto de inflexión en la capacidad del país para mantener el virus bajo control. Muchos contagios se han detectado entre los jóvenes y el incremento de los últimos días se ha vinculado a reuniones sociales y a una planta de procesamiento de carne.

Y de Grecia a Australia, que esta semana ha tenido que dar una nueva vuelta de tuerca a las medidas de confinamiento impuestas hace semanas en Melbourne, su segunda ciudad más poblada, en un intento de reducir la transmisión, que ha continuado. Ha decretado un toque de queda nocturno para los cinco millones de habitantes y se han cerrado tiendas y otros negocios o esenciales, y también restricciones en sectores como la construcción. En Filipinas, millones de personas han vuelto a un estrico confinamiento en Manila y varias provincias colindantes para frenar el gran aumento de casos de COVID-19, que ha batido varios récords en el país esta semana, con un máximo este martes de más de 6.000 positivos nuevos en un día. 80 asociaciones médicas han pedido un nuevo enfoque frente a la pandemia, ya que tras cinco meses los hospitales están saturados y el personal médico agotado.

Mientras tanto, India ya ha rebasado los dos millones de contagios desde el inicio del brote. El segundo país más pobliado del mundo ha añadido un millón más de positivos en solo tres semanas. Los expertos temen que la epidemia esté a meses de alcanzar su punto máximo, lo que ejerce más presión sobre un sistema sanitario ya sobrecargado en una nación donde viven 1.300 millones de personas. Estamos además muy pendientes de Líbano porque la devastadora explosión que se ha cobrado cerca de 150 vidas también puede socavar un sistema sanitario ya debilitad. La capacidad de camas se ha reducido en 500 después de que los hospitales resultaran dañados por la explosión, según ha dicho la OMS y recoge The Guardian. También se han destruido contenedores en los que había miles de artículos de equipos de protección personal, que se usan para prevenir la propagación, de acuerdo con el medio británico.

El mundo ya camina hacia los 20 millones de casos, y en los últimos días se están notificando las peores cifras de contagio desde el inicio de la pandemia. Pero las muertes continúan por debajo del pico de abril. ¿Qué explicaciones están detrás de este fenómeno? Lo analizamos aquí.

A nivel mundial, el epicentro sigue siendo América, con aumentos generalizados en los países del sur, salvo Chile. Brasil bordea las 100.000 muertes y se acerca a los tres millones de casos. En EEUU, el país que más infecciones ha registrado de todo el mundo. Expertos de la Universidad de Washington han pronosticado que casi 300.000 residentes en Estados Unidos pueden con COVID-19 hasta el 1 de diciembre, pero creen que esta estimación puede reducirse con el uso de mascarillas. La curva de nuevos contagios recopilados por la Universidad Johns Hopkins parece mostrar esta semana una ligera tendencia a la baja, pero el volumen sigue siendo considerable, con más de 55.000 infecciones nuevas cada 24 horas en los últimos siete días.

No te pierdas, además, este gráfico elaborado por el Departamento de Salud del condado de Catawba, en Carolina del Norte, sobre el rastreo de contactos. Ilustra un brote real de 41 casos ocurrido a principios de julio tras una reunión familiar de dos decenas de personas, informa la BBC. 14 miembros dieron positivo en COVID-19. El esquema muestra el nivel de transmisión: 27 personas más se contagiaron en apenas 16 días. Incluyen compañeros de trabajo y pacientes de un centro hospitalario, así como abuelos mayores de 65 años.

Estados Unidos se encuentra inmerso en un fuerte debate sobre la reapertura de escuelas en las próximas semanas. En el estado de Georgia, también en Israel, hay información sobre ciertos brotes que pone de manifiesto los riesgos de que los centros educativos vuelvan a recibir a los alumnos en plena pandemia. La ONU ha pedido esta semana a todos los países a dar prioridad a la reapertura de sus colegios en cuanto tengan controlada la transmisión local del coronavirus, advirtiendo de que los cierres prolongados plantean el riesgo de una “catástrofe generacional”. “Vivimos un momento decisivo para los niños y los jóvenes de todo el mundo. Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios”, ha alertado António Guterres. Según datos de Naciones Undias, a mediados de julio las escuelas permanecían cerradas en más de 160 países, lo que afecta a más de 1.000 millones de estudiantes, y más de un centenar de naciones aún no han anunciado fechas para la reapertura. “Será esencial encontrar un equilibrio entre los riesgos para la salud y los riesgos para la educación y la protección de los niños”, recuerdan.

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