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El año 2017 será recordado (entre otras cosas) por una palabra: feminismo

Emma Thompson: "Harvey Weinstein es un depredador; hay muchos más como él"

Cristina Armunia Berges

Las marchas feministas contra la presidencia de Donald Trump, las declaraciones machistas de una de las asesoras principales del presidente, el estreno en la HBO de 'El cuento de la criada' o el levantamiento mundial contra el productor Harvey Weinstein. Aunque el mérito real lo tiene el feminismo como movimiento, han sido estos momentos clave los que han convertido a la palabra 'feminismo' en el término más buscado del año 2017 en EEUU, según el diccionario Merriam-Webster.

Cada año, el diccionario más prestigioso de EEUU corona a la palabra con más búsquedas con respecto al año anterior. Y, aunque las consultas que se tienen en cuenta son las que se realizan en territorio estadounidense, lo cierto es que los hechos que han aupado al vocablo hasta la primera posición han tenido repercusión mundial.

Tal y como explica el editor del glosario estadounidense, Peter Solowski, “la palabra feminismo tuvo varios picos de búsquedas que se corresponden con hechos mediáticos que sucedieron durante todo el año”. A lo que se refiere Solowski con “la palabra estaba en el aire” es a que durante los últimos 12 meses se han producido movilizaciones, protestas e incluso estrenos televisivos que han provocado que los estadounidenses hayan buscado un 70% de veces más la palabra feminismo que el año anterior.

El 8 de noviembre del año pasado, Donald Trump se convirtió (para asombro casi mundial) en el 45º presidente de EEUU. Hillary Clinton había perdido la oportunidad de ser la primera mujer en la historia en llegar al Despacho Oval y, para disgusto del feminismo, un multimillonario que alardeaba de “agarrar coños” se convertía en el nuevo presidente.

Desde principios de noviembre y hasta el 21 de enero de 2017, mujeres y hombres de todos los rincones de EEUU se organizaron para llegar a Washington y hacer ruido el día en el que Donald Trump tomó posesión del cargo. Fue la movilización más multitudinaria en esa ciudad desde las protestas contra la Guerra de Vietnam. La palabra feminismo comenzaba así su carrera hasta el primer puesto del Merriam-Webster.

Kellyanne Conway es otra de las artífices del éxito de la palabra. Aunque es posible que la conozcas por ser una de las responsables de la campaña de Trump y una de sus principales defensoras en programas de televisión, y por acuñar la expresión 'alternative facts' ('hechos alternativos'), Conway también dijo en Maryland que no se consideraba feminista “en el sentido clásico” de la palabra.

“Para mí es muy difícil denominarme feminista en un sentido clásico porque parece que es muy contrario a lo masculino y, ciertamente, muy proaborto y no soy ni contraria a los hombres ni favorable al aborto”, explicó durante un acto en febrero que tenía una crítica implícita a las marchas feministas que se habían celebrado en Washington. “Así que, hay un feminismo individual, si lo quieres ver así, que toma sus propias decisiones. Me veo a mí misma como un producto de mis decisiones y no como una víctima de mis circunstancias”, concluyó.

El poder de la tele y el cine

La palabra no solo ha tenido una presencia casi constante dentro del debate político, también se ha hecho fuerte dentro del debate social de la mano de dos estrenos mundiales: 'El cuento de la criada' y 'Wonder Woman'.

“Vosotras serviréis a los líderes y a sus estériles mujeres. Llevaréis dentro a sus hijos”, la distopía basada en el cuento de Margaret Atwood se estrenó en abril en HBO. La serie, además de acercar al espectador a un mundo en el que la humanidad tiene serios problemas para reproducirse, también hace una crítica mordaz al trato que reciben las mujeres.

Con 'Wonder Woman' también hubo un incremento de búsquedas en el mes de mayo. En este caso, más que tratarse de una trama feminista, lo que hizo que la palabra feminismo resonase fue que su protagonista es una mujer, algo que hasta fechas recientes no solía ser habitual en las películas de superhéroes.

El caso Weinstein y la campaña de Twitter #MeToo, en la que mujeres de todo el mundo han denunciado casos de ataques machistas, han provocado que se hable de feminismo y que se busque información en internet.

Las decenas de denuncias que acorralan al productor han dado la vuelta al mundo y han destapado muchos otros casos de acoso sexual en todo tipo de entornos. A principios de este mes de noviembre, el ministro de Defensa británico Michael Fallon dimitió por las sospechas de conducta sexual inapropiado. Tocó la rodilla de una periodista en 2002. No pudo prometer a la primera ministra de que no hubo más incidentes de ese tipo.

En Francia, las denuncias por acoso sexual han aumentado un tercio frente al mismo periodo del año pasado y el repunte se produjo tras conocerse el 'caso Weinstein' y después de las campañas #MeToo y #BalanceTonPorc (delata a tu cerdo).

Las acusaciones contra peces gordos del mundo del cine no es un asunto que afecta en exclusiva a la factoría de Hollywood. Actrices españolas, francesas o indias han hecho públicos ataques, sobornos a cambio de papeles y, en definitiva, la falta de protección de las mujeres ante el poder de algunos directores, productores o guionistas. “Ahora entiendo por qué en los viejos tiempos las actrices llevaban a sus madres a los rodajes”, lamentaba la actriz india de 29 años Swara Bhaskar.

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