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Rusia dice sin pruebas que las víctimas de la maternidad de Mariúpol son actrices “con maquillaje muy realista”

Rusia acusa a las víctimas del bombardeo en el hospital de Mariúpol de ser "actrices maquilladas"

Vanesa Rodríguez

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La maquinaria propagandística rusa continúa esparciendo mensajes para tratar de contrastar las informaciones de las masacres de civiles que se están produciendo en Ucrania. Dentro del país, Rusia ejerce la censura hasta tal punto que la mayoría de medios internacionales han tenido que salir por temor a las represalias si no siguen la línea oficial. Fuera, sus seguidores, sus embajadas y sus mandatarios repiten una y otra vez los mismos mantras: no atacan civiles (aunque la ONU ya cifra en al menos 550 civiles los muertos, entre ellos 44 niños), no han invadido Ucrania (aunque sus tropas intentan abrirse camino por todos los frentes), no están atacando el país sino que es “una operación especial” (aunque los bombardeos se suceden desde hace dos semanas) y todo es porque hay que “desnazificar Ucrania” (aunque Ucrania es una democracia con menos ultraderechistas que otros muchos países europeos).

Este miércoles, el ataque a un hospital infantil y maternidad en la sitiada Mariúpol conmocionaba al mundo. En el ataque, al menos fallecieron tres personas y otras 17 resultaron heridas, entre ellas varios niños, según los datos difundidos por las autoridades locales. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha negado este jueves ante los medios internacionales presentes en Turquía que en el hospital hubiera pacientes y acusó “a los medios occidentales” de estar presentando únicamente “el punto de vista ucraniano” y de ser partícipes de una “rusofobia dirigida desde EEUU”.

Sin negar que se produjera el bombardeo, Lavrov ha asegurado sin pruebas que este centro hospitalario estaba en manos de un grupo nacionalista extremo llamado Azov y otras organizaciones radicales. “Era una base del batallón ultrarradical”, ha añadido.

El ministro ruso ha dicho que estos radicales habían expulsado del hospital a todos los pacientes alojados en él, además de al personal sanitario y de servicio. De momento, los rusos no han mostrado ninguna prueba que demuestre que el hospital estaba efectivamente sin personal ni pacientes o en manos de tales grupos.

Pero Lavrov no es el único que ha asegurado que las víctimas de este ataque eran “fake”. “Así es como nacen las fake news (noticias falsas)”, ha escrito en Twitter Dmitry Polyanskiy, el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas. Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en alusión a que las informaciones sobre víctimas que llegan de Mariúpol son proporcionadas por las autoridades locales.

Twitter borra mensajes de la embajada rusa en Londres “por incumplir las normas”

También la embajada rusa en Londres ha tuiteado una serie de mensajes en los que, para apoyar este argumento, van un paso más allá y ponen nombres y apellidos a una de las chicas, que aparece herida y embarazada en las imágenes tras el bombardeo, acusándola de estar fingiendo. Algunos de sus mensajes han sido borrados por Twitter por “incumplir las reglas” de esta red social.

Según los tuits ya borrados de la embajada y que se están difundiendo por sus cuentas afines, se trataría de Marianna, una bloguera de belleza a la que acusan de “hacer el mismo papel de embarazada” en el hospital atacado y en sus perfiles en redes. Además, señalan como artífice de la supuesta manipulación al fotógrafo de la agencia AP Evgeny Podgurskaya, que captó las escenas tras el bombardeo, acusándolo de ser un “famoso propagandista”.

Medios como la BBC y el New York Times verificaron la autenticidad de los vídeos difundidos tras el ataque.

Supuestamente, se trataría de una joven de Mariúpol que tiene un blog de belleza y que ha publicado en Instagram varias imágenes luciendo su embarazo.

En su perfil de Telegram, que abrió un día siguiente a la invasión para difundir información de servicio sobre sitios en los que refugiarse, sus últimos mensajes son del pasado 28 de febrero, cuando publicó una lista de refugios en Mariúpol. Desde entonces, no ha publicado nada más en redes.

La web Maldita.es ha tratado de verificar la identidad de la protagonista de las imágenes y ver si la víctima de Mariúpol y la Instagramer son la misma persona. El software de reconocimiento facial Microsoft Azure considera que, con más de un 76% de confianza, se trata de la persona herida en la explosión de Mariúpol, pero Maldita.es no ha podido confirmar que sea la misma de forma independiente.

El hecho de que tenga un perfil de Instagram no la convierte en una falsa víctima, como afirman desde la embajada de Rusia en Londres, que ha llegado a asegurar sin pruebas en Twitter que “tiene un maquillaje muy realista” en alusión a la sangre que muestra en las fotografías, e insisten en que no podía estar en la maternidad, ya que fue desalojado por los miembros del batallón ultra.

Las autoridades locales de Mariúpol, ciudad asediada en los últimos días por las fuerzas rusas y sus aliados rebeldes, han denunciado que más de mil personas han perecido en esta zona y que los cadáveres se están trasladando a fosas comunes. Organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado igualmente una grave situación humanitaria.

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