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The Guardian en español

Claves de la vacuna de Oxford y AstraZeneca que acaba de autorizar Reino Unido

Imagen de una vacuna de la compañía farmacéutica Astra Zeneca y de la Universidad de Oxford

Nicola Davis

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Reino Unido se ha convertido en el primer país del mundo en autorizar el uso de la vacuna elaborada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca. Aunque esta vacuna es más barata y fácil de distribuir que otras como la de Pfizer, existen dudas sobre la cantidad y el número de dosis que harán más efectivos sus resultados.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido asegura que dos dosis completas suministradas con una diferencia de tres meses logran una efectividad del 80%, una cifra más elevada que la anunciada por los propios desarrolladores, según ha informado Reuters. El uso de la vacuna en el país comenzará el próximo 4 de enero.

¿Cómo funciona esta vacuna?

La vacuna de Oxford/AstraZeneca se basa en un inofensivo virus procedente del resfriado del chimpancé, el cual no puede desarrollarse dentro de las células humanas. Los científicos lo han manipulado para que lleve material genético de la proteína del coronavirus. Una vez que la vacuna ha sido administrada, nuestro cuerpo producirá la proteína del coronavirus, desencadenando con esto una respuesta inmunológica.

¿Cuál es su efectividad?

Depende. Originalmente se pensó que la mejor manera de protegerse frente a la COVID-19 era aplicando dos dosis de esta vacuna con un intervalo de cuatro semanas entre ellas. Sin embargo, un error en la dosificación mientras se realizaba un ensayo clínico llevó al hallazgo fortuito de que la efectividad era mayor cuando los participantes recibían media dosis seguida de una dosis completa, en lugar de dos completas, con un 90% de efectividad, respecto al 62% en el primer caso.

Los resultados, aunque generaron curiosidad, se trataron con prudencia debido a que el primer grupo, el cual obtuvo un 90% de efectividad, era considerablemente más pequeño que el grupo al que se le administraron dos dosis completas y no incluyó a participantes mayores de 55 años. Esta controversia llevó a AstraZeneca a anunciar en noviembre un nuevo ensayo mundial de la vacuna con la administración de media dosis, seguida de una dosis completa.

Pese al hallazgo, los investigadores han subrayado que, independientemente del sistema de dosificación utilizado, ninguno de los participantes en el ensayo desarrolló la enfermedad de manera grave o tuvo que ser hospitalizado después de haber recibido una dosis de la vacuna.

Además, los científicos afirman que de los datos de casi 24.000 participantes, solo se dieron tres casos graves en materia de seguridad y posiblemente relacionados con la vacuna –al menos uno de ellos ocurrió en el grupo de control–. Tanto los participantes más mayores como los más jóvenes mostraron una respuesta inmunológica similar.

La MHRA ha aprobado finalmente dos dosis completas, espaciadas entre sí con hasta 12 semanas de diferencia. Una medida que, según se espera, permitirá que el mayor número de personas posible cuente con algún tipo protección frente a la COVID-19 en un período corto de tiempo.

Al igual que sucede con la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech que ya ha sido aprobada por Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, y que cuenta con una eficacia del 95% con dos de sus dosis, no está claro cuánto tiempo durará la protección inducida por la vacuna de Oxford/AstraZeneca.

Aunque hay alguna evidencia de que la vacuna Oxford/AstraZeneca podría no sólo evitar que las personas se enfermaran gravemente de la COVID-19, sino también prevenir las infecciones asintomáticas, se necesitan más datos para confirmar esta hipótesis.

¿Supone esta vacuna un cambio radical?

Se espera que la vacuna Oxford/AstraZeneca sea un factor clave del programa de vacunación de Reino Unido y es además la piedra angular de las esperanzas de vacunación mundial.

Si bien la vacuna Pfizer/BioNTech ya ha obtenido la aprobación reglamentaria y se ha administrado a más de 600.000 personas en este país hasta la fecha, ha planteado también un desafío logístico, ya que debe almacenarse y transportarse a -70ºC y sólo puede mantenerse en refrigeradores médicos normales que se encuentren entre 2ºC y 8ºC durante un máximo de cinco días.

Por el contrario, la vacuna Oxford/AstraZeneca puede ser transportada y almacenada a estas temperaturas (2ºC - 8ºC) hasta seis meses, lo que hace mucho más fácil su traslado por todo el país y su administración en entornos como residencias de ancianos, farmacias locales y prisiones. También la hace adecuada para su uso en zonas rurales y países donde el acceso a almacenamiento a temperaturas tan bajas es un problema.

Además, mientras que el Gobierno de Reino Unido pidió tan solo 40 millones de dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech, ha solicitado 100 millones de esta nueva vacuna, de las cuales 4 millones están ya en Reino Unido, de las cuales 530.000 estarán disponibles a partir del próximo lunes.

Hay que destacar también un aspecto financiero importante: la vacuna Oxford/AstraZeneca cuesta entre tres y cuatro dólares por inyección, mientras que la de Pfizer/BioNTech se encuentra en los 20 dólares. Además, la primera ha declarado que no tendrá ánimo de lucro mientras dure la pandemia.

El profesor Adam Finn, experto en vacunas de la Universidad de Bristol e investigador en el ensayo de Oxford, dice que era importante contar con una amplia variedad de vacunas disponibles, incluyendo las de Pfizer/BioNTech y Moderna. “Necesitamos saber qué sucede cuando combinamos estos diferentes tipos de vacunas en la misma persona, tal vez podamos obtener una inmunidad más amplia, más fuerte o más duradera si se da una seguida de la otra”, afirmó, agregando que otros tipos de vacunas también estaban en preparación, incluyendo algunas basadas en virus completamente inactivos.

El profesor Danny Altmann, del Imperial College de Londres, está de acuerdo en que se necesitarían varias vacunas, sobre todo para garantizar un suministro lo suficientemente grande para todos los países, pero advierte de que no se deben comparar en la actualidad, señalando que aún queda mucho por aprender sobre el rendimiento de las mismas. “Todavía queda una montaña de vacunas muy empinada por escalar, a nivel nacional y mundial, antes de que cualquiera de nosotros pueda sentirse seguro y volver a la normalidad”.

Traducido por Lucía Hernández.

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