El imperio de Rupert Murdoch está en peligro de muerte
Se solía decir que el imperio mediático de Rupert Murdoch no sobreviviría intacto a la muerte de su fundador. Ahora parece que no hace falta irse tan lejos.
La sorprendente noticia es que 21st Century Fox, de Murdoch, está hablando con Disney para venderle el grueso de sus negocios –el estudio cinematográfico, la producción televisiva y las operaciones internacionales, junto al 39% que posee de Sky en Reino Unido–. Tan sólo quedaría la red de difusión y sus filiales de noticias y deportes en Estados Unidos; una propiedad sustancial donde las haya, pero sin madera de imperio.
Se dice que en las conversaciones con Disney no se ha llegado a un acuerdo sobre el precio, pero un factor así siempre puede cambiar. Si Murdoch ha decidido que Fox no puede competir contra los grandes grupos mediáticos de hoy en día, aparecerán otros compradores. Las acciones de Fox subieron un 10% el lunes, a la espera de una carrera por la compra. De hecho, Murdoch ha anunciado públicamente que vende.
Este giro de los acontecimientos es extraordinario. Habíamos asumido que el intento de Murdoch de comprar el 100% de Sky era el preludio a un último y grandioso acuerdo, la aventura expansionista final antes de que sus hijos Lachlan y James le hiciesen el relevo al frente de su imperio. Vender tampoco es su estilo: Murdoch no suele hacer retiradas tácticas.
Si esto ocurre, será forzado por las circunstancias. El plan A de Murdoch era tomar el poder de Time Warner, pero el intento en 2014 fue todo un fracaso. La puja inicial de 69.200 millones de euros fue demasiado baja. Warner también se benefició del argumento que las acciones sin derecho a voto de Fox eran una divisa de segunda clase que otorgaba a la familia Murdoch demasiado control. Al parecer, los inversores estuvieron de acuerdo.
El episodio con la Warner ha sido una cruda demostración del limitado músculo financiero de Fox en un mundo donde las empresas de medios de comunicación estadounidenses se están uniendo y haciendo más grandes. Disney, por ejemplo, vale 147.000 millones de euros, contra los 43.000 millones de Fox. Mientras tanto, la capacidad de Fox para llevar a cabo acuerdos de accionariado sigue apagándose. El precio de la acción es más bajo que en la época del fracaso con la Warner.
La tendencia de los medios juega contra Fox. Netflix y Amazon están cambiando los hábitos de visualización con sus modelos directos al consumidor. Disney ve la oportunidad de colocar todas las producciones de cine y televisión de Fox en su propia operación para enfrentarse a Netflix con un nuevo servicio en streaming. Pero la misma estrategia no funcionaría en sentido contrario: ahora Fox es demasiado pequeña como para ocupar un lugar importante en la industria.
“21st Century Fox está acogiendo de frente la transformación de la industria”, declararon Rupert and Lachlan, ambos presidentes, en el último informe anual. Sonaba como una pelea, pero ahora se puede leer mejor como un pensamiento sabio.
Si el imperio Murdoch va a encoger de verdad, hay una larga lista de preguntas. ¿Qué pasa con la oferta por Sky? ¿Cómo se dirigiría la Fox de Trump? ¿Y cómo afectaría a la sucesión de Murdoch?
Las respuestas están tan claras como el barro. Cualquier nuevo propietario del 39% de Sky está formalmente obligado a seguir con la oferta, pero hay margen para dejar que pase el tiempo. En cuanto a Fox, sería difícil que se volviese a unir al negocio de los periódicos en Reino Unido, del que se separó en 2013 tras el escándalo de los pinchazos telefónicos: Murdoch podría estar dispuesto a reunir todas las noticias bajo un mismo techo, pero sería difícil convencer a los accionistas estadounidenses.
Respecto a la sucesión, ¿quién sabe? Si se ofreciese a James Murdoch dirigir cualquier porción de los activos, probablemente Fox News sería la última que elegiría. El drama de la familia continúa.
Traducido por Marina Leiva y Javier Biosca