El Papa asegura que pidió una reunión con Putin en Moscú pero no ha recibido respuesta
El Papa Francisco ha revelado que ha pedido al Kremlin una reunión con le presidente ruso, Vladímir Putin, en Moscú para pedirle que detenga la guerra en Ucrania, pero que aún no ha recibido respuesta.
En una entrevista que publica hoy el diario “Corriere della Sera”, el pontífice ha explicado que mientras que sí ha conversado con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aún no ha hablado con el mandatario ruso, de quien recibió una llamada en diciembre por su cumpleaños. Después de 20 días de guerra, ha precisado, pidió al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, que enviará al presidente ruso el mensaje de que estaba dispuesto a ir a Moscú.
“Por supuesto, era necesario que el líder del Kremlin permitiera algunas ventanas. Todavía no hemos recibido respuesta y seguimos insistiendo, aunque me temo que Putin no puede y no quiere tener esta reunión ahora mismo”, ha explicado.
Mientras, ha afirmado que descarta por el momento un viaje a Ucrania: “Siento que no tengo que ir. Primero tengo que ir a Moscú, primero tengo que reunirme con Putin. Pero yo soy sacerdote, ¿qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriera la puerta...”, ha dicho.
Según el Corriere della Sera, la preocupación del Papa Francisco es que Putin, de momento, no se detendrá.
Respecto al papel de la OTAN en este conflicto, el papa afirma que no sabe si el “enfado” de Putin fue provocado por la presencia de la Alianza Atlántica a las puertas de Rusia, pero cree que “sí lo facilitó”.
Sobre si es lícito el envío de armas por parte de los países a Ucrania para que se defiendan de la invasión, el Papa no dice que no es capaz de responder y ha añadido: “Estoy demasiado lejos de la pregunta de si es correcto abastecer a los ucranianos. Lo que está claro es que en esa tierra se están probando armas. Los rusos ahora saben que los tanques sirven de poco y están pensando en otras cosas. Las guerras se libran para esto, para probar las armas que hemos producido”.
Según Francisco, “este fue el caso que se dio de la Guerra Civil Española antes de la Segunda Guerra Mundial”.
“El comercio de armas es un escándalo, pocos se oponen. Hace dos o tres años llegó a Génova un barco cargado de armas que hubo que trasladar a un gran carguero para transportarlas a Yemen. Los trabajadores del puerto no querían hacerlo. Dijeron: pensemos en los niños de Yemen. Es una cosa pequeña, pero un bonito gesto. Debería haber tantos así”, ha añadido.
Informa EFE.